"A mí el que me ha colocado es Aznar"
Pregunta. Presidente del Senado. ¿Usted vale para todo?
RespuestSi me miro, qué poco valgo; pero si me comparo...
P. ¿Está aquí por haber compartido pupitre de diputado con el joven Zapatero en los 80?
R. No. Yo estoy aquí porque el Partido Popular no quiso que [Juan José] Lucas fuese presidente del Senado. Y porque en Álava hemos sacado mejores resultados que en el 82.
P. ¿Cómo era el líder máximo en aquel entonces?
R. Pues yo creo que como es ahora. Una persona muy normal, con veintipocos años, con esos ojos, con esa cara. Prometía, llegaría y llegó.
P. No le haga la pelota, que ya le ha colocado.
R. A mí, al final el que me ha colocado ha sido Aznar.
P. ¿Usted era el Pigmalión parlamentario de ZP?
R. No. Lo conocí porque, dado el apellido, iba delante de mí a votar. Y sobre todo porque el anterior diputado por León venía todos los martes malhumorado porque había allí un joven que le quería mover la silla.
P. Muy amiguito del presidente, pero apoyó a Rosa Díez para la secretaría general.
R. Decir en estos momentos a quién apoyé o no en el congreso tendría poco sentido.
P. Lo que quería saber es si en todas sus apuestas tiene el mismo éxito.
R. Yo [risas] todavía no le he dicho a quién apoyé. Traté de que hubiese un acuerdo. Pero las cosas son como son y estamos donde estamos.
P. ¿Siempre se expresa con esta agudeza?
R. Siempre.
P. Quiso ser secretario del PSE y no lo logró.
R. Otros quisieron que lo fuera. Yo siempre supe cuál iba a ser el resultado, porque sé de números, de orgánico y de funcionamiento de las organizaciones.
P. ¿Cómo ha logrado ser cuestionado tanto por los nacionalistas como por los españolistas?
R. Es tener conocimiento de una realidad. Me parece que la razón no está en ninguna de las partes, y la crítica está en ambas.
P. ¿Por qué dicen que es usted un poco bocazas?
R. Opinaría según quién lo dijera. Hay quien puede decirlo incluso por envidia.
P. ¿Ha llorado la muerte del Árbol de Gernika?
R. Lo he sentido como cosa de simpatía y nostalgia. Pero se puede poner otro. El problema son las personas, que no las puedes sustituir.
P. Creo que su hija le puso firme un día y le obligó a aprender a planchar.
R. Me costaba, y he aprendido con 55 años. Ahora, cuando voy a comprar algo, lo primero que pregunto es qué tal se plancha. Además, sólo planchas lo de adelante y lo de atrás, y ya está.
P. ¿Qué castigo ha pensado para los senadores que se duerman?
R. No se duermen. Meditan.
P. ¿Qué es mejor que ser senador?
R. Muchas cosas. Por ejemplo, ser diputado.
P. El lunes comió con Letizia y con el Príncipe. Usted que entiende: ¿Qué tal diente tienen?
R. En las comidas oficiales se come poco y se habla más. Se guarda mucho la compostura.
P. ¿Qué le ayuda a hacer risas?
R. Yo soy una persona feliz. Y desde el 14 de marzo me río mucho más. Incluso cosas que en otro momento no las veo como felices, ahora me ponen.
P. ¿Y qué le pone, además de la victoria electoral?
R. La vida. Yo exijo bastante poco. Pero lo que tenga a mi alrededor, que sea legal: mis colaboradores, mis amigos, lo que toco.
P. Todo de mucho tocar.
R. Yo esto de la modernidad y las nuevas tecnologías... Yo no creo en esto de la amistad por Internet. Yo tengo que tocar a la gente, verle los ojos, sentir sus palpitaciones.
P. Cíteme algún mito.
R. Los Beatles, porque me hicieron rebelde; y Salvador Allende, porque me enseñó principios y valores.
P. ¿No se le puede caer el pelo que le queda al no haber citado a Zapatero?
R. Pues no, porque yo tengo mitos, pero los tengo donde los tengo. A Zapatero le tengo respeto, admiración y consideración. Pero los mitos... En fin.
PERFIL
Con 55 años y dos hijas, le gusta el cine -John Wayne y Woody Allen están en su altar-, la playa y pasear. Se considera un buen tipo -"yo, como tengo tan buen corazón..."-, coqueto -"por supuesto"- y un cocinero de bandera. Tras la puerta de su despacho vitoriano hay un "No nos falles" pinchado con una chincheta.
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