Una mujer muerta y otra herida al hundirse en Alzira un edificio por unas obras contiguas
La víctima, una conocida hornera, había alertado de la existencia de grietas en su casa
Una mujer de 63 años, Emilia Tabayo, propietaria de un horno de reconocida tradición y prestigio en Alzira, perdió la vida ayer y su dependienta Yolanda Vives, de 27 años, resultó herida al hundirse parcialmente un antiguo edificio de dos alturas situado en la calle del Consol, cerca de la Plaça Major, en el centro de la ciudad. El derrumbamiento se produjo a las 12.50 como consecuencia de los trabajos de cimentación que realizaba en un solar contiguo una empresa de construcción. Los trabajadores resultaron ilesos milagrosamente, según testigos presenciales.
La hornera, que se hallaba en la primera planta en el momento del accidente, fue encontrada sin vida por los bomberos hacia las dos de la tarde. En las tareas de búsqueda de posibles víctimas colaboró, junto a la Policía Local y la Policía Nacional, la ONG Bomberos Sin Fronteras, cuyos componentes estuvieron ayudados por uno de los perros que trabajó en el reciente terremoto de Argelia.
La herida se encontraba en el horno, ubicado en la planta baja del edificio. El resto de la familia, el marido de Emilia, su hija, el esposo de ésta y el nieto salvaron la vida gracias a que no se encontraban en la casa. Aunque hubieron de ser atendidos por psicólogos de la Generalitat a causa de la conmoción sufrida al conocer la noticia.
Los empleados de una oficina bancaria, la propietaria de un bar colindante y los titulares de una carnicería abandonaron precipitadamente sus trabajos al escuchar un tremendo estruendo poco antes de la una de la tarde. Su primera visión fue una columna de polvo y un montón de ruinas junto a los lamentos procedentes del horno conocido popularmente como el forn de les rajoletes que, tal y como indicaba un vecino, visiblemente afectado, "es el más emblemático de Alzira".
El director general de Trabajo, Román Ceballos, que se personó en el lugar del accidente, afirmó que se había iniciado la investigación "para conocer las causas del derrumbe". Un accidente que según el director general de Interior, Luis Ibáñez, "está en principio causado por las obras a falta de concluir el expediente de investigación abierto".
Desde la Federación de la Construcción y Madera de CC OO de la Ribera se hacía ayer responsable a la empresa constructora que trabaja en el solar colindante. Según su responsable comarcal, Ramón Vives, "a esta obra le faltan todas las medidas de seguridad que se deben tener en cuenta ante unos trabajos de estas características". La retirada de la tierra para llevar a cabo los trabajos de cimentación "dejó los muros antiguos y carentes de cimientos al descubierto por lo que era de prever lo que ha ocurrido" significó este dirigente sindical.
De hecho la víctima se había quejado durante las últimas semanas ante la empresa constructora de la aparición de diversas grietas en el horno. Un aparejador de la firma promotora había comprobado esta misma semana el daño realizado, y, según el vecindario, se mostraba inquieto por la forma de llevarse a cabo la cimentación del edificio proyectado.
El inmueble del horno no fue el único afectado ya que los técnicos municipales detectaron ayer otras grietas en dos fincas colindantes. Ello provocó el desalojo de 10 familias. La mayoría de ellas han sido realojadas en un hotel de la ciudad.
La nueva alcaldesa de Alzira, Elena Bastidas, aseguró que la documentación presentada por la empresa constructora se encontraba en regla tras haber sido "revisada", pero dijo que el Ayuntamiento "iniciará la correspondiente investigación".
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