Un muro de 20 metros del Alcázar de Jerez se derrumba durante unas obras

El recinto monumental del Alcázar de Jerez sufrió al mediodía de ayer el desplome de un muro de 20 metros de la muralla que delimita el perímetro del conjunto. En el momento del derrumbamiento, un grupo de cinco operarios trabajaba junto a la muralla, de unos cinco metros de altura, aunque no hubo que lamentar daños personales, ya que los trabajadores y los técnicos municipales que se encontraban en el lugar se percataron de que la pared estaba cediendo unos segundos antes de su caída.

Una portavoz del Consistorio jerezano, actual propietario del monumento, destacó que las medidas de seguridad "funcionaron a la perfección".

La arqueóloga del Ayuntamiento y directora del Museo Arqueológico de Jerez, Rosalía González, explicó que la zona dañada corresponde a un muro de principios de siglo adosado a la pared original del Alcázar tras unos trabajos de restauración acometidos en aquella época, siendo propietario del monumento el empresario Salvador Díez. "Cuando a una muralla antigua le pegas una estructura moderna y, además, la rellenas de cascotes, corres el riesgo de que ocurra algo como esto", señaló Gónzález.

Los expertos municipales trabajan desde la tarde de ayer en la evaluación de los daños en la pared original, del siglo XII. Mientras tanto, la zona ha sido acotada ante el riesgo de que la parte que ha quedado en pie se desplome sobre la calle, por lo que se ha destinado, incluso, a una patrulla de la Policía Local para que vigile día y noche el lugar del desplome.

Los trabajos arqueológicos que se están ejecutando en el patio del Alcázar se verán retrasados porque, aunque las excavaciones no han resultado dañadas, la prioridad está ahora en retirar los escombros y reconstruir el lienzo de muralla afectado. La pared cayó junto a un aljibe del siglo XVIII.