Cuestión de millones

La Copa del América, la competición de vela más famosa del mundo, es también la que reúne más dinero en su disputa. Y para la presente edición, como venía ya sucediendo en las últimas, no es sólo una batalla de tecnologías de países, sino claramente de multimillonarios particulares con más o menos apoyos de patrocinadores. El dinero manda y no permite sorpresas, por lo que la Copa Louis Vuitton, de la que debe salir el aspirante a la Copa del América en posesión de Nueva Zelanda, es ya un asunto entre los proyectos más millonarios.

El Alinghi suizo, de Ernesto Bertarelli, dueño del grupo farmacéutico Serono, con sus más de 90 millones de euros puestos en el agua, el mayor presupuesto, se ha confirmado como el gran favorito. De hecho, ya está en semifinales tras ganar la primera fase y eliminar en cuartos de final al Prada, nada menos que el aspirante ganador de la pasada edición, retirado ahora tras reconocer su inferioridad para preparar mejor su segundo barco con vistas a la repesca

El otro semifinalista es el Oracle estadounidense, el gigante informático de Larry Ellison, quinta fortuna mundial, que con sus 60 millones de euros, más el apoyo de BMW, pudo con su compatriota, el también enorme OneWorld de Paul Allen, cofundador de Microsoft, cuarto hombre más rico. Ambos barcos tienen al timón a los prestigiosos neozelandeses Russell Coutts y Chris Dixon. Bastante queda en casa, en la bahía Hauraki de Auckland, donde mañana empiezan, al mejor de siete regatas, los dos cuartos de final de repesca entre los barcos peor clasificados y vencidos en eliminatorias previas. Los ganadores se enfrentarán después entre sí, y más tarde al perdedor del Alinghi y el Oracle para dar el otro finalista de la Copa Louis Vuitton.

Los choques ahora serán el Prada contra el Victory sueco, y el 0neWorld, que como mejor de los perdedores, pudo elegir el rival, frente a su compatriota el Team Dennis Conner, el legendario patrón de la Copa, que ya no puede con los proyectos más millonarios.