Empujón alcista

Los mercados de valores continúan con su peculiar valoración de los acontecimientos, lo que ha permitido, en el caso español, que el peor IPC de los posibles pasara completamente desapercibido.

En esta jornada se puso precio a la actitud de Irak y a la caída del precio del petróleo, sin que se tuviera en consideración que la menor presión inflacionista de este producto puede acercar más a algunas economías a la temida deflación. En cualquier caso, el que la inmediatez de un conflicto bélico se haya alejado debe considerarse como un factor muy positivo, aunque sólo sea porque Alan Greenspan lo incluía como uno de los elementos que impedían la recuperación económica.

Los grandes valores del mercado respondieron positivamente a ese planteamiento y la mayoría de las bolsas recuperó la orientación alcista, si bien el volumen negociado indica que ha sido más la ausencia de papel que la presencia de dinero lo que ha sido decisivo.

El Ibex 35 subió el 2,25% y el índice general de la Bolsa de Madrid el 1,87%, datos inferiores a los del resto de los mercados europeos. París ganaba el 3,75% y Francfort el 3,86%, éste último poco antes del cierre, mientras que Londres avanzaba un 0,59%.

El impago de la deuda argentina pasó desapercibido en un mercado que sigue la estela del coche que va delante, en este caso la de Wall Street, sin mirar los semáforos, pues los grandes inversores parecen inmersos en un proceso de recuperación que no se va a detener ante el primer obstáculo que se presente, aunque sea el viejo problema de la posible suspensión de pagos en Argentina.

Wall Street ganaba el 1,30% a media sesión y recuperaba el nivel de los 8.500 puntos, porque las ventas al por menor no bajaron en octubre.

La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.264,16 millones de euros, sin operaciones institucionales, pero con el 70% negociado por cinco valores.