Noviembre, el mes del suspense de 'Los otros' en Canal +

La clave del suspense en Hitchcock es una escalera. Kubrick la sitúa en un largo pasillo. Amenábar -que no quería efectos especiales para Los otros, sino 'jugar con la sugerencia'- utiliza 'una puerta que no puede abrirse impunemente'. El estreno del especial Las llaves de la emoción (mañana, 18.30, en abierto) abre un mes salpicado de intriga en Canal +. El estreno de Los otros el 29 de noviembre pondrá el broche de oro.

En Las llaves de la emoción, Alejandro Amenábar (1972, Santiago de Chile) reconoce sus influencias creativas: Steven Spielberg y Alfred Hitchcock. De este último admira la capacidad para crear atmósferas angustiosas y terroríficas, donde la máxima expresión del pánico en el espectador 'no es taparse los ojos, sino no poder dejar de mirar', apunta el especial de producción propia que el canal de pago estrena mañana.

Simplicidad

Y qué mejor homenaje al maestro que llevar a la pantalla, 'jugando con la simplicidad', apunta el realizador, todos sus miedos infantiles. Los otros -ocho premios Goya- apela a la muerte como tema recurrente como ya hiciera en sus dos películas precedentes: Tesis (un debut en la dirección aplaudido con siete Goyas en 1996) y Abre los ojos (1997).

Los otros figura hasta el momento en cabeza de las películas más caras del cine español, y también es la que mayor caja ha hecho, con un reparto internacional (Nicole Kidman a la cabeza) y elaborando una clase magistral de terror. Razones todas y algunas más que Canal + argumenta para reservar para el suspense y la intriga el mes de noviembre, dedicado tradicionalmente a los difuntos.

Amenábar también se encarga de dar continuidad a las piezas que hasta diciembre aparecerán intermitentemente en el canal de pago y que hacen referencia a reflexiones como el dominio de los muertos sobre los vivos, los fantasmas, el miedo y la incertidumbre ante lo desconocido.

Ya lo apunta Las llaves de la emoción: '¿Qué espera arriba de una escalera, al final de un pasillo o tras la puerta? Pues el horror más profundo que uno pueda imaginar: la verdad'.