24 AÑOS DESPUÉS
El 'Decano' se renueva con 15 jugadores, la mitad de ellos de Segunda B, para seguir peleando por cada punto
El viejo Recre ha vuelto a la Primera División 24 años después. El Decano afronta su retorno entre los grandes con 15 nuevos jugadores, siete de ellos procedentes de la Segunda B. Los dirigentes del club onubese se han reafirmado una vez más en la política de austeridad implantada hace años, después de que el equipo, a comienzos del decenio de los noventa, cuando se debatía en la desolada Segunda B, estuviera varias veces a punto de desaparecer debido a una deuda que alcanzó los 16,23 millones de euros.
Sólo tres jugadores, de los 26 que actualmente componen la plantilla albiazul, tienen experiencia en Primera: Loren, Óscar Arpón y Merino. El entrenador, Lucas Alcaraz -a sus 34 años, el técnico más joven de la categoría-, considerado como el principal artífice del inesperado ascenso del Recreativo la temporada pasada, considera que la clave de la permanencia reside en la lucha y en la ilusión. En definitiva, en correr más que nadie.
El Recre esgrimirá su principal arma: la defensa. Sus jugadores practican un fútbol de pizarra, elaborado cuidadosamente en el laboratorio del vestuario por el míster. Un juego avaro y poco lucido en el que prima la recaudación de puntos por encima de otras cuestiones que Alcaraz considera más superficiales. Frente a la superior técnica de la mayoría de los equipos rivales de Primera, el Recre recurrirá a una sobredosis de glóbulos rojos en su finalidad de sumar los puntos que le aseguren su permanencia.
Los jugadores recreativistas están firmemente convencidos de la necesidad de aplicar el viejo tópico futbolístico consistente en no dar ningún balón por perdido. Asimismo, aseguran que tal era el miedo del Recreativo a bajar a la Segunda División B la pasada temporada que, en su huida hacia adelante, irrumpieron sin quererlo en la Primera División.
Los más de 17.000 socios del Recreativo, la mayor cifra de abonados en la historia del club en una ciudad que desde hace años vibra intensamente con el fútbol, confían en que esta temporada continúe esa huida hacia adelante.
LAS CARAS
CÉSAR: LA SOBRIEDAD César, de 33 años, es un portero sobrio, seguro, de buena colocación. No realiza intervenciones espectaculares, pero lo para casi todo. En la temporada 1996-1997 fue el menos goleado de la Segunda División B. De él depende parte del éxito del Recreativo en la aventura que ahora inicia en la Primera.
RAÚL MOLINA: UN LUCHADOR La pasada temporada fue de los máximos goleadores de Segunda, con 15 tantos. Es un luchador nato, un trabajador infatigable en el área, pero que corre por todo el campo durante el partido con un punto de desesperación. Ante el portero rival se emplea sin perdón. Intuitivo y matador. Procede de la cantera del Atlético.
MERINO: LA SERENIDAD Merino está llamado a ser la referencia de la inexperta plantilla cuando vengan mal dadas las cosas en los difíciles partidos de Primera. De este veterano, de 32 años y procedente del Betis, se espera que aporte su visión del fútbol en el medio campo y que transmita serenidad al resto de los jugadores albiazules.
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