Aliados a pesar de todo

Al viaje del presidente Bush por Europa, que ha estado marcado por la firma de dos nuevos acuerdos estratégicos, no le ha faltado un coro de quejas. (...) A pesar de que la OTAN ha firmado un nuevo acuerdo con Rusia, políticos y comentaristas lo han dado ya por muerto debido a la poca contribución de los europeos a sus objetivos militares y al fracaso de EE UU en la inclusión de Europa en la campaña afgana. (...) Pero merece la pena notar que hay indicios positivos de que Europa y EE UU no están condenados necesariamente a una separación. (...) Además del nuevo acuerdo con Rusia, (...) la OTAN propende hacia lo que Bush denomina un paso 'decisivo' hacia la participación de 'todas las democracias europeas que estén preparadas para compartir las responsabilidades que la OTAN comporta'. (...) Los pesimistas alegan que estos cambios politizarán aún más la OTAN a expensas de su eficacia militar. Sin embargo, esta expansión ayudará a preservar la relación EE UU-Europa en dos vertientes: en la actualización de la alianza que ayude a superar la división creada por la guerra fría entre Oriente y Occidente, y en el mantenimiento del papel de EE UU como garante de la seguridad de un continente más integrado. Pero la mayor preocupación sobre las divergencias (...) concierne a las amenazas de seguridad en otros continentes o los problemas globales. (...) Bush, acusado con frecuencia de unilateralismo, subrayó en su discurso en Berlín su compromiso con la idea de que la OTAN 'debe enfrentarse a los desafíos de un mundo más amplio y... enfrentarlos juntos'. (...)

Washington, 29 de mayo