El expoliador del 'tesoro de Santueri' involucra al Consell de Mallorca

'Hace quince años me especialicé en aplicar los detectores de metal al servicio de la arqueología' y en el castillo de Santueri 'rastreé y registré sistemáticamente el terreno'. Rupert Spillmann ha confesado. Este médico de Suiza, cuya actividad de excavación ilegal de la fortaleza de Mallorca y exportador a su país de un tesoro de 1.001 monedas romanas, bizantinas y árabes ha justificado su acción. Lo hizo por 'una actitud honesta y de buena voluntad'. En su relato involucra al Consell de Mallorca, que negoció con él y no le denunció.

Spillmann dice que invirtió 'miles de franco...

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'Hace quince años me especialicé en aplicar los detectores de metal al servicio de la arqueología' y en el castillo de Santueri 'rastreé y registré sistemáticamente el terreno'. Rupert Spillmann ha confesado. Este médico de Suiza, cuya actividad de excavación ilegal de la fortaleza de Mallorca y exportador a su país de un tesoro de 1.001 monedas romanas, bizantinas y árabes ha justificado su acción. Lo hizo por 'una actitud honesta y de buena voluntad'. En su relato involucra al Consell de Mallorca, que negoció con él y no le denunció.

Spillmann dice que invirtió 'miles de francos suizos en el proyecto' y reconoce que 'para evitar conflictos' ejerció presión a las instituciones y dejó de entregar piezas 'al dueño del castillo', que las reclamaba, y a los arqueólogos oficiales. Un emisario italiano amigo ha depositado en el Consell una colección numismática de Spillmann pero se desconoce si es el total de los hallazgos.

En una carta a Mallorca Magazin traducida en Diari de Balears, Spillmann implica como interlocutores en su acción entre 1998 y 2002 a los arqueólogos, cargos políticos y técnicos de la comisión del Patrimonio del Consell de Mallorca; al propietario de la finca, Xim Vidal, y al director del Museo de Mallorca, ya jubilado, Guillem Rosselló. Éste y otros altos funcionarios rechazaron el depósito de las monedas por su origen ilegal.

Spillmann indica que dos historiadores, Jaume Cardell y Gabriel Pons, le dieron permiso para excavar con detector y asegura que le firmaron recibos y le autorizaron a exportar las monedas a Suiza.

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