Vuelven las victorias agónicas del Alavés

Vuelven las victorias agónicas del Alavés en Mendizorroza, pero victorias al fin y al cabo. El Tenerife no supo horadar más en el agujero que han dejado allí últimamente el Sevilla y Osasuna. Permitió que el equipo de Mané salga de momento a flote de la minicrisis navideña. El Alavés no pide más. Le bastan partidos como éste, donde la presión y el orden matan la alegría en el fútbol, para encorajinarse. Y ya llegarán momentos mejores.

El equipo vitoriano se encomendó a su presidente de honor fallecido y al sentimentalismo del choque para sacar la pizca de rabia que le faltó el domingo anterior. El homenaje de los prolegómenos le descolocó de salida y jugó a merced del Tenerife. Sin embargo, fue entonces, al principio, cuando consiguió llevarse el partido. Ni un cuarto de hora había transcurrido y Magno ya había marcado un gol tonto, de rebote, aunque con toda la intención del mundo.

Tuvo minutos buenos el Alavés, pero al ver que no le hacían especial falta para ganar el partido, se acomodó en su terreno. El Tenerife confirmó lo que todos saben en la isla. Que tiene a dos buenos delanteros, Bichi Fuertes y Marioni, pero le falta gol. No consigue ese punto de coordinación o calidad para prepararles el camino. Y claro, el Alavés bastante ha ejercido la caridad últimamente.