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Barrera dice que el movimiento contra la globalización sólo busca la subversión

El dirigente de ERC interviene en la escuela de otoño del partido

'Los movimientos antiglobalización no proponen ninguna alternativa y sólo buscan la subversión total'. Es la opinión de Heribert Barrera, dirigente de ERC, que ayer intervino en la escuela de otoño del partido, tras varios meses de silencio. Barrera defendió el proteccionismo en toda la Unión Europea y aseguró que la 'izquierda real y racionalista' tiene que desmarcarse de los movimientos antisistema 'desde Seattle hasta Génova'. 'Hay que aceptar que no hay alternativa a la economía de mercado'.

Heribert Barrera recuperó ayer tribuna en Esquerra Republicana (ERC) tras meses de silencio, después de que hubiera manifestado su comprensión por el ultraderechista Georg Haider y su preocupación por el futuro de Cataluña ante la, en su opinión, excesiva llegada de inmigrantes. Unas declaraciones recogidas en libro y que le costaron el calificativo de 'xenófobo' que le aplicaron diversas organizaciones no gubernamentales dedicadas a la defensa de los derechos de la inmigración. Barrera nunca se ha retractado y con ello ha provocado y sigue provocando hondo malestar en la dirección actual del partido republicano.

Con todo, el partido colocó a Barrera como invitado a la escuela de otoño celebrada el pasado fin de semana en Tarragona. El hueco fue una mesa redonda sobre la globalización, junto a la economista Muriel Casals, que se definió como 'militante de IC-V, pero simpatizante de ERC', y el senador socialista Antoni Gibert.

Barrera evitó hablar de movimientos de personas, pero propuso cuatro líneas de actuación para el futuro inmediato: defensa de posturas neoproteccionistas en el marco de la Unión Europea; defensa de la agricultura, concebida como algo más que una mera actividad económica; establecimiento de límites a la libre circulación de capitales, y rechazo al crecimiento económico sin límites, por su carácter sostenible.

Heribert Barrera cargó contra las filosofías librecambistas y, sobre todo, cargó contra los movimientos antiglobalización. Y lo hizo con tal contundencia que, en el breve turno de palabras que se abrió tras las intervenciones de los ponentes, un militante de ERC tuvo que recordarle que hay actuaciones del movimiento antiglobalización que tienen incluso carácter 'reformista'. Posteriormente, Barrera matizó que su descalificación de los movimientos antiglobalizadores estaba dirigida únicamente a los de carácter violento.

En su opinión, la política económica de la Unión Europea tiene un casi único objetivo: estar al servicio de los Estados Unidos de América. Barrera puso un ejemplo de esta subordinación: la libertad de importar plátanos de la zona del Caribe no está pensada para ayudar a la economía de estas naciones, sino para beneficiar a las empresas norteamericanas que controlan estas plantaciones. Y esta política liberal se produce en detrimento de las empresas francesas con intereses en África y también de la fruta de Canarias, dijo, por este orden.

La presencia de Barrera en el acto del partido no dejó de ser una espinita en la piel de la dirección. El ex presidente del Parlament empezó sin que hubiera llegado el secretario general de ERC, Josep Lluís Carod, que se incorporó a la charla bastante tarde y se colocó tan lejos de los ponentes como pudo.

Frialdad de Carod

Carod saludó a Barrera con frialdad y cuando ya abandonaba el recinto. De hecho, el partido aún se resiente de las heridas que tuvo que sufrir sin comerlo ni beberlo por las opiniones de Barrera sobre la inmigración.

Terminada la charla, Carod hizo una breve conferencia de prensa para anunciar las líneas de actuación de ERC en el futuro inmediato. Los republicanos se esforzarán en denunciar la campaña involucionista, dijo, que se produce en España y en Francia; promoverán una iniciativa en el Parlament a favor del pueblo saharaui y buscarán dar una respuesta 'contundente y lúdica' a la 'cínica actitud' de convocar conversaciones entre José María Aznar y Tony Blair sobre Gibraltar 'nada menos que en Barcelona'.

Carod cree que el atentado del 11 de septiembre en Nueva York está siendo utilizado por algunos gobiernos, entre ellos el español, para 'criminalizar las causas nacionalistas'. En su opinión, incluso los dirigentes norteamericanos George Bush y Collin Powell distinguen claramente entre el terrorismo y el islam, mientras que otros gobernantes, entre ellos José María Aznar, 'criminalizan las causas nacionalistas'. Carod se refirió explícitamente a los casos del Tíbet, Chechenia, Sáhara, Córcega, Cataluña y Euskadi.

'Se acabaron las fotos'

El diputado Ernest Benach trató ayer de evitar que la fotógrafa de este diario obtuviera una instantánea de Josep Lluís Carod con Heribert Barrera. Benach se dirigió a la fotógrafa, puso una cartera ante el objetivo y espetó: 'Se acabaron las fotos'. Carles Bonet, organizador del acto de ayer que contó con presencia de Barrera, tampoco estaba de un humor fantástico. Se negó con malos modos a responder a la pregunta de este diario sobre los motivos por los que ERC ha pasado de pedir silencio a Barrera a ofrecerle una tribuna. En lugar de responder, dijo: 'El año que viene organizaré una mesa redonda sobre ética periodística'. Barrera, minoritario en ERC, es un incordio para la dirección, que cree que sus opiniones acaban tapando y desnaturalizando el discurso político del resto de republicanos.

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