Un bestiario con ritmo
Sin demasiadas ambiciones en lo coréutico, esta obra es un chispazo de amor a la vida y la tolerancia. Las Adidas de los muchachos brillan virtuosas en un despliegue de hip-hop, los más sofisticados códigos del break, y citas de flamenco, folclor antillano, ballet posmoderno y danza contemporánea.
Tampoco falta el circo y el humor, todo ello encadenado por un vídeo donde hay un perfume surrealista. Se trata de un bestiario fantástico que da al divertimento un ritmo de allegro y un carácter prismático. No hay más argumento que la exhibición y el canto sumario multicultural. En la propuesta de Montalvo hay un ajuste ejemplar de imágenes reales con las grabadas y no hay más que yuxtaposiciones de ritmos, maneras y técnicas que se muestran de forma primaria y dialogan con bastante ingenuidad dentro de un guiñol virtual que quiere ser metáfora del mundo urbano contemporáneo.
Compagnie Montalvo-Hervieu
El jardín io io ito ito. Coreografía: José Montalvo y Dominique Hervieu. Música: Antonio Vivaldi, Wiseguys y Lunatic Calm. Vestuario: Alexandra Bertaud. Vídeo: Pascal Minet y Etienne Aussel. Infografía: Agnés Billard y Julien Delmotte. Festival de Otoño. Teatro de Madrid, 26 de octubre.
El público respondió con euforia ante tanta energía y ganas de vivir en paz, con alegría, bailando.