Mueren dos jóvenes colombianos y otros dos son heridos en un tiroteo en plena calle

Un posible ajuste de cuentas en el barrio de Ascao (distrito de Ciudad Lineal) terminó ayer con dos ciudadanos colombianos de unos 25 años muertos a balazos. Otros dos compatriotas, con edades similares, resultaron heridos graves en una refriega en la que llegaron a restallar más de 20 tiros en un tramo de 400 metros. Con estos dos fallecidos son ya 13 los colombianos asesinados este año en la región. No fue el único hecho violento registrado ayer en Madrid: un cabo primero del Ejército había asesinado horas antes a su madre, en ese mismo distrito de Ciudad Lineal, tras lo cual volvió el arma contra sí y se suicidó.

Los hechos en el barrio de Ascao comenzaron a las 21.45 en un locutorio telefónico de la calle de Servando Batanero, cuando un grupo de cuatro colombianos comenzó una discusión por causas desconocidas. Entonces se inició un tiroteo. 'Yo estaba en el gimnasio y hemos oído tres o cuatro disparos. Cuando he salido a la calle, he visto a una persona sangrando en el suelo y a otras dos que iban corriendo hacia la calle de Francisco Villaespesa por la de Salas Barbadillo. No paraban de oírse disparos', comentó el vecino Pablo Romero.

Cada uno de los dos jóvenes que corría hacia la calle de Francisco Villaespesa lo hacía por una acera, según los testigos. Ambos empuñaban sendas armas con las que se tiroteaban mutuamente. La peor parte se la llevó Elkin Iván Escudero, de 25 años, que fue alcanzado por dos proyectiles en la cabeza y el tórax. El joven murió en el acto y quedó tirado en la esquina de la calle. Había llegado a España, procedente de Medellín (Colombia), el pasado día 8. 'Vi cómo caía al suelo, junto a una motocicleta, en el momento en que me bajaba de un taxi. Me asusté mucho porque pensé que era mi hijo, que siempre va en moto', relataba Encarna, testigo de lo ocurrido.

'Se han oído tantos tiros como en una película del oeste', relataba anoche Pablo Romero, un vecino de la zona donde se produjo la refriega.

El teléfono de emergencias 112 recibió momentos después una llamada en la que se pedía auxilio para una persona que estaba tirada en el suelo con dos tiros en el pecho y en el hombro. Se encontraba a la altura del número 8 de la calle de Antonio Ponz, a unos 150 metros del lugar donde cayó abatido Elkin Iván Escudero. Fuentes policiales señalaron que, supuestamente, es el hombre que mató a Escudero. Dos mujeres, que después fueron atendidas de crisis nerviosas, acompañaban al presunto homicida.

El herido, identificado como John Hernand Valencia Peñaranda, de 26 años, fue trasladado, tras ser estabilizado por los facultativos de dos UVI móviles del Samur-Protección Civil al hospital de La Princesa, donde ingresó con pronóstico muy grave. Una de las mujeres, que está embarazada, también fue trasladada por el Samur al servicio materno-infantil de La Paz.

Otras llamadas alertaron al 091 de que un vehículo de color rojo salió a toda velocidad del barrio. Los comunicantes señalaron a los agentes que las personas que iban dentro habían participado en el tiroteo. Los agentes de la comisaría de Ciudad Lineal montaron un dispositivo de búsqueda para intentar localizarlo, pero el resultado fue negativo.

Minutos después, el servicio de urgencias del hospital Gregorio Marañón avisó a la policía de que acababa de ingresar en urgencias un herido con uno o dos disparos en el pecho. Su pronóstico era muy grave, según las fuentes médicas. Cuando la Policía Municipal se personó en el hospital, comprobó que la víctima había llegado en un Volkswagen Polo de color rojo. El herido falleció minutos después en el quirófano.

Disparo en el pómulo

El tercer herido fue la persona que resultó tiroteada en la puerta del consultorio telefónico. Presentaba un tiro con orificio de entrada en uno de los pómulos y salida por el otro. También fue atendido por el Samur-Protección Civil, que le trasladó al hospital Ramón y Cajal. Anoche tampoco se conocía la identidad de este herido.

Fuentes de la investigación señalaron anoche que la munición utilizada en el tiroteo no es la habitual en los ajustes de cuentas entre colombianos (el calibre 22), sino que se trataba de cartuchos 'más gruesos'. Agentes de la Brigada de Policía Científica analizaban anoche los casquillos.

Hasta el lugar del tiroteo se acercaron el jefe superior de Policía, Julio Corrochano, y varios mandos de la Brigada de Policía Judicial, sobre los que recaen las investigaciones encaminadas a intentar frenar la actual escalada criminal que azota la región.

En el barrio de Ascao están empadronados 6.705 inmigrantes, de los que 3.664 son ecuatorianos, 620 colombianos y 600 peruanos.