La sidra quiere su 'label'

Las botellas de sidra exhibirán un distintivo de su denominación de origen dentro de unos tres años. Los cosecheros de Guipúzcoa deciden mañana cuántos sidreros están dispuestos a iniciar ya los trámites para obtener el label de calidad. La sidra quiere colocarse así a la altura de la patata alavesa, el pimiento de Gernika o el queso de Idiazabal.

La Asociación de Cosecheros de Sidra Natural de Guipúzcoa celebra este jueves una asamblea general que reunirá a los 65 productores asociados en esta provincia. Ahora mismo, calcula su presidente, José Ángel Aginaga, hay 'unos 20 sidrer...

Las botellas de sidra exhibirán un distintivo de su denominación de origen dentro de unos tres años. Los cosecheros de Guipúzcoa deciden mañana cuántos sidreros están dispuestos a iniciar ya los trámites para obtener el label de calidad. La sidra quiere colocarse así a la altura de la patata alavesa, el pimiento de Gernika o el queso de Idiazabal.

La Asociación de Cosecheros de Sidra Natural de Guipúzcoa celebra este jueves una asamblea general que reunirá a los 65 productores asociados en esta provincia. Ahora mismo, calcula su presidente, José Ángel Aginaga, hay 'unos 20 sidreros interesados' en crear un consejo regulador y obtener el certificado. Los sidreros consideran que el caldo que producen es 'de mucha calidad' y tiene un 'carácter autóctono'. A diferencia de otras sidras gaseosas o achampanadas, la de Guipúzcoa es 'totalmente natural' y está elaborada a partir de ' la mezcla de distintas variedades de manzana'.

Los cosecheros guipuzcoanos, como es tradicional desde hace 16 años, celebran el primer sábado de septiembre en la plaza de la Constitución donostiarra el Día de la Sidra, una fiesta en la que la consumición se repartirá gratis. Este año se descorcharán 10.000 botellas -200 envases a cargo de 50 sidrerías- en apenas tres horas (de 11.00 a 14.00). 'Es un acontecimiento que reúne a varios miles de personas [unas 10.000, según la organización] con el que pretendemos promocionar el consumo de la sidra embotellada', explica Aginaga. 'El rito del txotx [beber de la cuba] está muy bien para degustarla, pero la sidra hay que beberla con la chispa que lleva en la botella', dijo haciendo una ardorosa defensa de este zumo envasado en la denominada Sagardoa (sidra en euskera), una botella de 75 centilitros, de color verde esmeralda patentada en 1983.

'La sidra no se bebe así como así', advirte Aginaga a los consumidores. Debe escanciarse a 12-13 grados desde unos 30 centímetros de altura sobre un vaso fino y largo. Es aconsejable beberla en pequeños tragos sin dejar que repose 'para que no pierda el aroma y el carbónico naturales'. La sidra puede acompañar cualquier comida 'menos la ensalada', y es un 'refrescante tan eficaz como la Coca-Cola o la cerveza'.

Los organizadores del Día de la Sidra, en colaboración con el Centro de Atracción y Turismo (CAT) de San Sebastián, han encargado para este sábado cerca de 7.000 vasos que se venderán a 300 pesetas cada uno. También habrá puestos con bocadillos y pinchos de chorizo, queso, tortillas de bacalao... Todo muy autóctono.