Tráfico alerta contra la fatiga y el uso del móvil en una campaña sin dramatismo

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha decidido rebajar el tremendismo de sus últimas campañas publicitarias, diseñadas para sacudir las conciencias de los conductores con la dramatización de los accidentes y sus consecuencias. Ayer, en vísperas de la operación salida de mitad de julio, presentó una nueva campaña más ligera, dirigida a reducir los siniestros de circulación por cansancio, somnolencia y uso del móvil, tres motivos de distracción que provocaron sólo durante el verano pasado 232 accidentes graves con 300 muertos.

Es la primera vez que la DGT lanza una campaña de este tipo contra la fatiga y también es la primera vez que se pone en marcha tan entrado el verano. El ministro del Interior y vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, explicó durante la presentación de la batería de anuncios -elaborados por la firma FCB/Tapsa- que las distracciones en carretera están en el origen de uno de cada tres accidentes en carretera, mientras que la somnolencia está relacionada 'directa o indirectamente con el 40% de los siniestros'.

Los datos de la DGT precisan que la distracción o somnolencia del conductor fueron la causa de más de 35.000 accidentes con víctimas durante el año 2000. Sólo durante los meses de julio y agosto del verano pasado se produjeron al menos 232 siniestros mortales (el 31% del total) con casi 300 fallecidos provocados por el despiste, el cansancio, el sueño o el uso del teléfono móvil, entre otros motivos de distracción.

'Rebajar la presión'

Los tres anuncios televisivos de la campaña Tú sí puedes evitarlo, que cuenta con un presupuesto global de 700 millones de pesetas, rebaja la tensión dramática de anteriores campañas de Tráfico, como la que aún se mantiene en la que se muestran con crudeza accidentes de tráfico y sus consecuencias. 'Estamos convencidos de que las campañas duras se recuerdan más y generan más impacto y polémica, lo que también hacen que lleguen a más gente', argumentó el director general de Tráfico, Carlos Muñoz-Repiso, 'pero es muy difícil mantener una línea ascendente de dramatismo, por lo que a veces hay que rebajar la presión'.

La nueva campaña parte de un planteamiento deliberadamente 'ambiguo e ingenioso', en palabras de Muñoz-Repiso, ya que mientras las primeras imágenes de los anuncios llevan a pensar que se ha producido un accidente, las finales dejan claro que éste no ha ocurrido porque el conductor ha echado una cabezadita de descanso o ha tomado todas las medidas pertinentes para atender una llamada telefónica en su móvil.

Los informes presentados durante la elaboración del proyecto de reforma de la Ley de Tráfico y Seguridad Vial subrayan que conducir con el móvil en la mano o con auriculares equivale a ponerse al volante con 1,8 gramos de alcohol por litro de sangre, ya que se reduce el ángulo de visión, se desatienden los retrovisores, se rebaja la atención sobre la carretera y la capacidad de reacción y se propicia el que se den volantazos al menor peligro con la mano que queda libre.

Bajan los accidentes

'El sueño siempre vence y el móvil siempre distrae', sentenció el jefe de la DGT, quien recomendó a los conductores que descansen cada 200 kilómetros o cada dos horas. 'Es la primera vez que se lanza una campaña de este tipo para advertir que hay que descansar y estar atento', remachó Rajoy. El vicepresidente subrayó que la campaña se presenta en un momento en el que se están reduciendo los siniestros de tráfico con respecto al año pasado, especialmente durante este mes, en el que han muerto 93 personas menos que en julio de 2000.

Hasta el 11 de julio del año pasado ya se habían producido 1.808 accidentes graves con 2.110 muertos, 987 heridos graves y 1.033 leves. Desde el 1 de enero hasta el miércoles pasado se han contabilizado 1.701 accidentes con 1.967 muertos, 950 heridos graves y 937 leves. O lo que es lo mismo: ha habido 107 siniestros menos, el número de fallecidos se ha reducido en 143, el de heridos graves en 37 y el de leves, en 96. Lo que supone que las cifras han descendido de un año para otro en un 6,4% de media.