EL PRÍNCIPE CARLOS, CONTRA LA TACAÑERÍA

Carlos de Windsor supo demostrar hace dos meses que los ingleses, además de cosechar fama de tacaños, también saben rascarse el bolsillo cuando hace falta. En su caso, el bolsillo estaba bastante lleno. Así que no tuvo ninguna dificultad en donar 500.000 libras (algo más de 105 millones de pesetas) para ayudar a los ganaderos británicos afectados por la crisis de la fiebre aftosa. El príncipe de Gales esperaba con ello que otras empresas y fundaciones emularan su gesto. Muy en particular, la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad a los Animales (RSPCA). Esta institución, que cuenta con un gran prestigio (y presupuesto) en el Reino Unido, siguió sus pasos esta semana y entregó un cheque a favor de los ganaderos. Aunque, eso sí, su cifra tenía algunos ceros menos que la del príncipe: 2.000 libras, una cantidad que en pesetas no llega ni al medio millón. A Carlos no le ha gustado nada esta falta de generosidad de la RSPCA y, según publicaba ayer The Times, va a dirigir una protesta en privado a la fundación. Claro que a la RSPCA tampoco le ha agradado últimamente la familia real británica. En especial, la defensa de la caza del zorro de su presidenta de honor, la reina Isabel II.-