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Marcela Miró recrimina a la oposición el exceso de iniciativas parlamentarias

PSPV y EU critican a la presidenta de las Cortes

El acto institucional celebrado ayer en las Cortes Valencianas con ocasión de la jornada del 25 d'abril se vio empañado por el tono profesoral del discurso de Marcela Miró, presidenta del Parlamento autonómico, quien desairó a la oposición al censurar el volumen de iniciativas parlamentarias que formula y se alineó con las últimas propuestas del Consell al sugerir que la Cámara debe abordar grandes debates estratégicos de prospectiva.

El acto celebrado parecía diseñado para ensalzar el equilibrio institucional. La alta distinción Francesc de Vinatea, que concede el Parlamento autonómico cada 25 d'abril, recayó sobre el Consell Jurídic Consultiu, el órgano consultivo de la Generalitat en materia jurídica.

Pero la intervención de Marcela Miró distorsionó la fiesta del equilibrio de poderes. 'Hemos de esforzarnos para que en las funciones tradicionales de estas Cortes contemos con mayor frecuencia con el elemento de cualidad y de reflexión estratégica', dijo Miró, 'y no intentemos justificar nuestro trabajo en una competición cuantitativa, sobre números de iniciativas, que no hace sino un flaco favor a la institución en su deseo de encontrar el pulso a la participación de los ciudadanos'.

Los diputados de la oposición se agitaron al sentir cómo Miró expresaba dudas sobre la calidad de sus iniciativas. Pero, el malestar se tornó indignación cuando la presidenta de las Cortes apoyó sin fisuras los grandes debates sobre 'cuestiones de calado' que había planteado José Joaquín Ripoll, vicepresidente del Consell, apenas un día antes.

'Quizá las Cortes deberíamos (sic) incidir con mayor insistencia en el futuro en trabajos estratégicos y de prospectiva sobre grandes cuestiones por sectores de actividad', siguió Miró, en perfecta sintonía con la propuesta del Consell de debatir en pleno asuntos como la financiación autonómica; el futuro de la Administración autonómica y de la televisión pública; o las infraestructuras asociadas al tren de alta velocidad.

La presidenta de las Cortes remató la faena con dos comentarios sobre asuntos institucionales que sorprendieron incluso a algunos diputados del PP. Miró entró de lleno en la cuestión de la posible reforma del Estatut de Autonomia, pero invocó una prudencia extrema sobre un asunto que permanece prácticamente congelado desde que se aprobó una comisión de estudio al respecto en septiembre de 1996. Según Miró, la reforma del Estatut es un 'trabajo que debe contar necesariamente con el máximo consenso y el rigor y la serenidad que requiere un asunto para el que cualquier precipitación o propuesta poco meditada sería negativa para todos'.

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Como colofón, Miró indicó que durante la presente legislatura 'la institución debe dar respuesta adecuada a una cuestión crucial para nuestro futuro: la puesta en marcha de la Academia Valenciana de la Lengua'. Más aún, la puesta en marcha de la Acadèmia 'es una cuestión que debemos resolver y, en este caso, con la celeridad que exige una norma que estas Cortes aprobaron con el máximo diálogo y consenso'.

Desde la altura institucional, Miró aprovechó la ocasión para arremeter contra Andrés Perelló, portavoz adjunto del Grupo Socialista, cuya posible reprobación a raíz de una supuesta falta de respeto a la persona de la presidenta de las Cortes sigue un tortuoso trámite. Miró pidió que 'la legítima controversia política no deteriore la solidez institucional con la que la Cámara debe asentarse en el conjunto de instituciones de la Comunidad Autónoma'. Y añadió: 'De ahí que como presidenta reclame, precisamente en este día de privilegio para la palabra, que no olvidemos el carácter de respeto institucional que debe presidir las actuaciones de sus órganos'.

Miró y Perelló se saludaron entre chanzas inmediatamente después del acto institucional. Pero al margen de la anécdota, el secretario general del PSPV y los dos portavoces de la oposición criticaron con dureza la intervención de la presidenta.

Joan Ignasi Pla, máximo responsable del PSPV, fue directo al grano: 'Marcela Miró ha confundido su papel de máxima representante del Parlamento valenciano con el del gobierno'. Según Pla, la presidenta formuló en su discurso 'un plan de acción del Gobierno'.

El secretario general del PSPV añadió una reflexión sobre el funcionamiento de las Cortes, 'una institución que tiene que compatibilizar el ejercicio de la capacidad legislativa con el del control al gobierno y a nosotros [los socialistas] nos da la impresión que hemos retrocedido en esa parte'.

Joaquim Puig, portavoz socialista, también denuncio que las Cortes 'no pueden convertirse en un lugar donde se haga el corifeo del Consell sino que tienen que ser un lugar donde se fiscalice al Consell y donde se presenten propuestas'.

Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida, criticó que Miró dibujara en su discurso 'el paraíso del PP'; lamentó que el conjunto de la intervención se hubiera inspirado 'en los planteamientos del Consell'; y expresó su indignación ante la censura de la presidenta al volumen de iniciativas parlamentarias formuladas por la oposición: 'Ni Marcela Miró ni el PP ni nadie nos puede mandar cuántas iniciativas podemos presentar'.

Las invitaciones a cerrar un acuerdo sobre la composición de la Acadèmia fueron recogidas con distinto tono. Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, sugirió que quisiera resolver el asunto antes del verano. Pla recordó que la negociación 'es cosa de dos'. Y Ribó expreso su indignación hacia Miró, quien aludió a un 'máximo consenso' en la aprobación de la ley de creación de la Acadèmia, sin tener en cuenta la abstención de Esquerra Unida.

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