Malestar en el plantel azulgrana por el proceder de la directiva

La actuación de la directiva del Barcelona en la planificación de la próxima temporada ha generado un serio malestar en la plantilla, que se siente menospreciada; sobre todo, porque no se repara en los objetivos que tiene en el presente ejercicio.

Frank de Boer, por ejemplo, vino ayer a decir que no sabe qué pinta el fichaje de Riquelme: 'No sé en qué posición va a jugar. Si es para la que supongo, para ese puesto ya tenemos al mejor del mundo: Rivaldo'.

Guardiola abundó en la falta de discreción de la junta tanto por lo que se refiere al posible entrenador como a los nuevos jugadores: 'Entiendo que se busque en el mercado, pero lo que no comprendo es que salgan los nombres. Es la película de cada año'.

Por contra, Rivaldo, que insistió en su idea de quedarse en el Barça, apuntó: 'Riquelme es un grandísimo jugador. No pasa nada. Puede jugar conmigo tranquilamente. Somos compatibles'.

El propio Riquelme, sin embargo, confesó: 'Yo no sé nada'. Una declaración que permitió al presidente del Barça, Joan Gaspart, insistir en que la operación no está cerrada y también advertir que la contratación de Héctor Cúper como entrenador es 'una posibilidad muy remota': 'Lo veo difícil, muy difícil. Tenemos un gran técnico [Serra Ferrer] y el futuro del puesto lo decidirá él. Si hemos consultado a varios es para pedir información por si llegase el remoto caso de que él dijera que hay que cambiar'.

Cúper también se añadió al debate: 'No puedo desmetir las cosas permanentemente. Pregunten a los directivos y que presenten los papeles si es que hay algo'.

Xavi y Gabri también expresaron su mal humor por la decisión de la directiva de aumentar sus cláusulas de rescisión cuando negocian la mejora de su contrato. La de Xavi pasa a ser de 4.800 millones y la de Gabri de 4.000.