El vivero de ETA
La detención, el pasado martes, de 15 jóvenes de entre 20 y 25 años integrantes de la cúpula del grupo juvenil Haika, por supuesta pertenencia a ETA, y el asesinato el viernes de un ertzaina en el marco de una acción de kale borroka llevan a preguntarse por qué hay jóvenes y adolescentes dispuestos a tomar el relevo generacional de ETA; qué contexto social posibilita que personas que apenas han dejado de ser niños, que no conocieron el franquismo, nacidos y educados en democracia, lleven su intolerancia hasta el desprecio más absoluto por la vida del que no piensa como ellas.
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