Anthony Hopkins afirma que nada le aterra más que 'la dictadura de los mediocres'
El actor británico presenta en Madrid 'Hannibal' y defiende 'la belleza del monstruo'
La faraónica promoción de Hannibal ya ha dejado las huellas del cansancio en el rostro de Anthony Hopkins. El actor británico (hoy ciudadano norteamericano) viajó ayer a Madrid desde Berlín. Desde hace semanas, el veterano actor no habla de otra cosa que no sea del doctor Hannibal Lecter. En la Berlinale, donde se ha presentado la esperada continuación de El silencio de los corderos, Hopkins afirmó: 'para mí el terror es lo políticamente correcto'. Ayer, en Madrid, el actor añadía: 'A mí, como a Hannibal Lecter, nada me aterra más que la dictadura de los mediocres'.
Al puro estilo exquisito del doctor Hannibal Lecter, Anthony Hopkins resumió ayer los diez años que ha tardado en nacer la segunda parte de El silencio de los corderos: 'Nunca tuve dudas, había que hacer otra película. Pero no pensaba demasiado en ello. A pesar de la insistencia de los periodistas, era algo que no me preocupaba. No dependía de mí. Hace dos años mi agente me llamó: Thomas Harris por fin había escrito otra novela sobre Hannibal. El libro me llegó. Lo leí. Me gustó. Dino de Laurentis me dijo que estaba dispuesto a producirla. Ce'st la vie, pensé. Luego vino la negativa de Jonathan Demme a dirigirla y de Jodie Foster a interpretarla. Bueno. Pasó el tiempo y llegó Ridley Scott y, finalmente, Julianne Moore. Entonces fue cuando me dije: Voilá'.
Para Anthony Hopkins Hannibal no es una secuela de El silencio de los corderos, 'es, sencillamente, otra película'. 'No las comparo porque no se pueden comparar'. La película se estrenó el pasado viernes en Estados Unidos (el 23 de febrero lo hará en España). Sólo en su primer fin de semana ha recaudado 58 millones de dólares (más de 10.000 millones de pesetas). 'Muchas veces me he preguntado por qué Hannibal gusta tanto', dice Hopkins, 'sobre todo por qué gusta tanto a las mujeres. ¿Saben que un porcentaje altísimo de los espectadores de Hannibal y de El silencio son mujeres? Él es la sombra de todos nosotros, nuestra parte oscura, nuestra parte más creativa también. Es la fascinación por el dolor, es la paradoja de la belleza que nace del horror, es Florencia. Es la belleza de esos cuadros de hombres colgados y torturados. Hannibal es la paradoja de la humanidad y los que no lo aceptan son los puritanos, son los que viven bajo la dictadura de los mediocres. Ellos son el verdadero terror'.
Hopkins dice que trabaja por instinto. Fue ese instinto el que le avisó cuando leía el guión de El silencio de los corderos de que aquel perverso psiquiatra iba a ser un gran personaje. Pero el gran personaje ha acabado convertido en mito y Hopkins no se llena la boca con ello. Habla de improvisación, de humor y de trucos. 'Hay trucos, muchos trucos, detrás de mi trabajo. Por ejemplo, todos esos juegos de palabras infantiles inglesas que utilizo, aterran, lo sé. Avisan de que algo se tuerce en la mente de Hannibal y sirven para estremecer'. Para Hopkins trabajar es divertirse. Poco más. 'Yo no quiero tomarme ya esto en serio. Ya no espero nada de este trabajo. Sólo es un juego. Un truco. Es lo que es el arte. Nada me mueve. Yo me quedo en mi casa regando mi jardín y si suena el teléfono contesto. Sólo eso. Cualquier cosa puede estar bien'. El actor británico, instalado ahora en Los Ángeles, tiene esa mezcla de sabiduría y soberbia de los que no esperan nada ni del trabajo ni tampoco de la vida. 'La verdad es que me gusta estar solo, la única compañía que soporto más de dos horas es la mía'.
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