El Málaga empuja al precipicio a la Real Sociedad

La inclusión de Zárate en lugar de De los Santos suponía, a simple vista una propuesta ofensiva ante la visita del colista. No es una revolución al ataque. Es la baja obligada del uruguayo la que obliga al técnico del Málaga, Joaquín Peiró, a descuidar un ápice las tareas defensivas. Peiró ya avisó antes del partido del peligro que supondría que los realistas se adelantaran en el marcador. Un aviso subliminal a sus jugadores para evitar la relajación. Justo cuando el juego se estaba adormilando, Larrainzar, que había entrado en el campo por el lesionado Bravo, remata de forma inapelable un córner como Pedro por su casa. Terapia de choque para los donostiarras, abocados a un partido cuesta arriba con los fantasmas de segunda rondándole la cabeza.