Festival del Barcelona y apuros del Tau

El Barcelona sumó ayer una nueva victoria, la décima consecutiva, en la pista del Paok de Salónica, la misma en la que el pasado mes de abril fracasó en la Final europea a Cuatro. El equipo azulgrana, en un partido disputado a un ritmo muy rápido, dio un recital ofensivo y se impuso por 91-102. Su triunfo se basó en su superioridad en el rebote, 37 capturas del balón por tan sólo 26 de los griegos, y en la capacidad resolutiva de Karnisovas y Gasol.El Paok hubo de pechar con el hándicap de no poder contar con algunos de sus jugadores debido a los problemas que tiene el club griego para pagarles puntualmente. Sin Weis ni Blair bajo los aros y sin Cargol, lesionado, el Paok intentó valerse de la puntería de Liadelis y de las penetraciones a canasta de Koronios.

El Barcelona, que dominó durante la mayor parte del encuentro, pasó así algunos momentos de dificultad (71-63), pero no tuvo mayores problemas para imponerse al cabo, especialmente desde que Sigalas y Koronios fueron eliminados al acumular faltas personales.

Los anotadores del Barcelona fueron Jasikevicius (16), Navarro (8), Karnisovas (26), Gasol (24), Dueñas (10), Elson (6), Digbeu (10) y Rentzias (2).

Por su parte, el Tau ha levantado el pie. Había tenido unas semanas sensacionales: inspirado, agresivo, completo. Hiló una cadena de siete victorias consecutivas en la Liga ACB y en la Euroliga. Pero el Baskonia de ahora, de estos últimos días, se ha frenado. Y a menos frescura, menos victorias. Por eso quebró su racha el domingo ante el Pamesa y ayer se dio un sofocón innecesario.

Su partido en la cancha del Charleroi, belga, debía ser una cita menor, pero las circunstancias lo elevaron de categoría inmerecidamente. Medio Tau pudo con un Charleroi entero, por 71-74, pero de mala manera. Tras una tarde medianamente tranquila, se dejó llevar y una serie de triples de los belgas le obligó a vivir un final estresado. Quedaban tres minutos y Brown, el norteamericano orquesta del Charleroi, empató el tanteador. Sólo la inercia y la extrema diferencia de calidad entre ambos equipos impidió para el Tau males mayores.