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SAN SEBASTIÁN DE LOS REYES

El palco de los regalos

Ha empezado la feria de San Sebastián de los Reyes con un alegrón de los orejistas. ¡Cómo debió de llenárseles de calambritos el cuerpo cuando vieran asomar por la delantera del palco presidencial el pañuelo blanco, anuncio feliz de que al torero de turno le iban a entregar la correspondiente orejita!Claro está que, para proporcionarles esas venturas, ocupaba el palco un dadivoso señor, que otorgó a los novilleros un total de cuatro orejitas, cuatro. Para ser sinceros, hay que decir que no habían sido pedidas con mucho entusiasmo ni con abrumadoras mayorías. Pero el señor del palco estaba allí para eso y no iba a faltar a su cometido.

Otras funciones, propias de un presidente, se le olvidaron o no se las sabía. Perdonó un aviso en cada novillo a Sebastián Pereira y dejó sin picar al sexto, un auténtico toro, que llegó entero a la muleta. Está visto que lo suyo era lo de los regalos.

Palma/ Vilches, Pereira, León

Tres novillos de María Palma (uno devuelto por inválido), desiguales, mansurrones. 6º, sobrero, con trapío, manso. 3º, 4º y 5º, de Aguadulce, aceptables, mansos.Luis Vilches: estocada atravesada (oreja), estocada corta trasera y tendida, rueda de peones y descabello (oreja). Sebastián Pereira: pinchazo, media desprendida, rueda de peones y se echa el novillo (oreja); estocada corta caída (oreja). Jorge León: media perpendicular, media delantera, estocada corta perpendicular y descabello (silencio); dos pinchazos, media, rueda de peones -primer aviso- pinchazo hondo -segundo aviso- y descabello (silencio). Pereira y Vilches salieron a hombros. Plaza de San Sebastián de los Reyes. 26 de agosto. 1ª de feria. Un cuarto de entrada.

La novillada, en el capítulo de las reses, fue un plato de tres y tres. Tres novillos de María Palma y tres de Aguadulce. Abecerrado y sin trapío el primero, de Palma. Y con hechuras de toro de Las Ventas el sexto, sobrero, también de Palma. En conjunto, un encierro más manso que bravo, con algún ejemplar manejable, que los correspondientes espadas aprovecharon a su manera.

Los que supieron salir airosos fueron Vilches y Pereira. Vilches, con una faena de tropecientos derechazos al primero de su lote. Con el otro volvió a ponerse pelmazo y pegapases. Una larga sesión de toreo con el pico, muy por debajo de las condiciones del novillo, que no tuvo problemas.

A Sebastián Pereira se le vieron los mejores detalles de la tarde. Brindó su primer antagonista a Julio Aparicio hijo y le contó en el brindis que aspira a ser tan buen torero como él. Parece que tiene mimbres para serlo, porque la faena brindada le salió muy entonada. Sometió muy bien al novillo, se quedó casi siempre quieto y, aunque algunas veces aprovechó los viajes, la mayoría de los muletazos fueron dominadores y artísticos. Al quinto, un novillo muy distraído, terminó por meterlo en la muleta.

Jorge León se enfrentó a dos mansos muy difíciles que le trajeron de cabeza y no pudo con ellos. Difícil papeleta para un chaval que está empezando.

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