"Nunca había visto las obras que exhibo"

"Durante más de 15 años he acumulado todo tipo de objetos y anotaciones que finalmente se convertían en guiones de los que nacían las obras", afirma Pep Agut. Sus trabajos actuales son fruto de experiencias e ideas acumuladas y plasmadas a lo largo de años. Es en este sentido que Pep Agut (Terrassa, 1961), aunque recibió el encargo de preparar una antológica, ha terminado presentando una experiencia nueva en la exposición que ayer se inauguró en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba). "En cierta manera para el público será una retrospectiva porque son obras ya hechas, pero para mí es una exposición inédita ya que hasta ahora no había visto las obras", añade.El título de la exposición, A los actores secundarios, se basa en la película El estado de las cosas, de Wim Wenders, que Agut vio en 1983 en el cine club Socialet de Terrassa produciéndole gran impacto. En una de las piezas, que forma un pequeño entramado laberíntico, se recuerda ese momento. "Para ir de mi casa al cine club recorría unas calles llenas de fábricas textiles; por eso he reproducido el sonido de los telares, que era algo sumamente familiar para todos aquellos que vivíamos en ciudades donde predominaba este tipo de industria". El componente vivido está también presente en Maquetas de luz, que reproducen en negativo espacios por donde ha transcurrido la intimidad del artista.

En los años de configuración de cuál tenía que ser la función del Macba, Pep Agut formó parte de una comisión de artistas que presentaron su propio modelo de museo. "El Macba fue construido de espaldas a la realidad. Sólo hay que mirar por las ventanas para comprobarlo. Por eso, ahora creo en el proyecto de Manuel Borja-Villel, que tiene una proyección beligerante, que busca ofrecer un debate en el que el arte y los artistas puedan emplazarse en el mundo", añade Agut. Para corroborar esta afirmación, en la exposición producida por el Macba y que tiene como comisario a José Lebrero-Stals, Agut ha realizado una pieza consistente en una media columna encima de la cual un soporte giratorio muestra dos imágenes de un mimo. "La columna partida es del mismo diámetro de las muchas que colocó innecesariamente Richard Meyer para hacer más obvia la presencia de la arquitectura. Con esta obra intento que sea la pieza la que gire alrededor del espectador y no a la inversa".

La preocupación por el espectador y el papel relevante que el artista le otorga está presente en toda la exhibición. En especial en uno de los montajes, que evoca un gran escenario cuyo telón de fondo son decenas de pequeños lienzos en blanco, y su suelo, ladrillos hechos a mano. El espectador circula por ese escenario convirtiéndose en el protagonista de la pieza. En otra de las obras, una diapositiva muestra a un mago sacando de la chistera un objeto inexistente. "El artista pone el artificio, el espectador ha de completar el proceso", dice.

La amplia trayectoria internacional de Pep Agut apenas se conoce en su propio país. "Toda la vida he tenido que coger las maletas y viajar a lugares como París, Zúrich o Londres, donde periódicamente voy a visitar a mis coleccionistas que son en definitiva quienes sustentan mi trabajo. En España sólo tengo un coleccionista que regularmente me compra obra", comenta. En su opinión, la importancia del arte reside en que ofrece a la sociedad y a nosotros mismos la posibilidad de vernos tal como somos. Por eso defiende que tiene que ser auténtico y comprometido.

Él forma parte de una generación de creadores de alto calado artístico a la que parece haberle llegado su momento de proyección en España. "Hay grandes artistas en este país y algunos pertenecen a mi generación. Pero no creo que esta exposición sea importante porque abra la puerta a una determinada generación sino que con ella me siento parte de un proyecto artístico con el que estoy de acuerdo y que está por encima de cuestiones de edad y nacionalidades".