Medicina Bioética Científicos y teólogos discuten la inmortalidad
Los avances en investigación durante los últimos años han creado la posibilidad de prolongar la vida humana. En una conferencia celebrada en Filadelfia (EEUU) para discutir las consecuencias de tal desarrollo, los científicos han descrito las técnicas que deberían permitir prolongar la vida. Pero esto puede abrir la puerta al fantasma de la amenaza para la misma naturaleza humana, dicen teólogos y bioéticos, haciendo una defensa apasionada de la muerte argumentando que la vida sin muerte carecería de sentido y que las ambiciones naturales se satisfacen en una vida de unos 80 años."No podemos prohibir estas investigaciones, pero podemos hacer que sean despreciadas socialmente", afirma Daniel Callahan, bioético en el Centro Hastings (Nueva York). La conferencia de Filadelfia ha reunido a científicos y teólogos, pero los dos grupos se han ignorado mutuamente.
Los científicos han discutido si se debería prolongar la vida curando las enfermedades o si habría que atacar la cuestión profunda del proceso de envejecimiento. Entre los teólogos, los cristianos dicen que retrasar la muerte significaría retrasar la unión con Dios, y un judío, Rabbi Neil Gilman, sostiene que se debe hacer todo lo posible para prolongar la vida.
Lograr que la gente viva 150 o 200 años no es una perspectiva inmediata, pero sí un tema de especulación científica tras el descubrimiento de mecanismos celulares clave y el éxito en prolongar la vida de animales de laboratorio mediante manipulaciones genéticas. "Si tenemos el control de los genes y de la expresión genética, podemos controlar las cosas que están controladas por los genes, como las tasas de envejecimiento y de mortalidad", dice Michael R.Rose (Universidad de California en Irvine), que ha logrado alargar la vida de moscas del vinagre.
Entre los teólogos, Callahan afirma que la investigación sobre la prolongación de la vida es parte de una tendencia hacia la adjudicación equivocada de fondos, enfocada hacia la lucha contra la muerte y las enfermedades letales en lugar de aprender cómo cuidar de la gente al final de su vida.
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