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Oriol Bohigas arremete contra las instituciones en el inicio del ciclo de conferencias que le dedica el Icub

Anatxu Zabalbeascoa

Entre la tradición y la revolución situó el escritor Antoni Marí la figura de Oriol Bohigas. En un umbral igualmente ancho, "entre la solidez noucentista y la rabiosa modernidad del riesgo racionalista", ubicó el diseñador Juli Capella los intereses culturales del arquitecto barcelonés. Con esos parámetros, definir a Bohigas como arquitecto es pecar de defecto, o de exceso, pues, como indicó Capella -comisario de la exposición Bohigas pasión por la ciudad, que puede verse en el palacio de la Virreina-, "Bohigas, anecdótica pero sustancialmente, es arquitecto". En la primera sesión de las Converses a Barcelona, organizadas por el Instituto de Cultura (Icub) para glosar la figura cultural, arquitectónica y urbanística de Bohigas, Capella enumeró la relación del arquitecto con los diversos ámbitos culturales que ha frecuentado y los cargos representativos que ha ejercido. El otro presentador, Antoni Marí, señaló que la cultura para Bohigas es una herramienta de transformación, un arma que permite mirar alrededor de una manera crítica: "Nos adecuamos a la tradición cuando queremos adaptarla a nuestras exigencias, y eso sólo es posible con una actitud crítica". El escritor calificó a Bohigas de "colectivista" y de "déspota ilustrado", ya que, señaló, impone "su criterio con una rara certeza interior".

Bohigas, presente durante la generosa glosa, se hizo con la palabra en los últimos minutos para arremeter contra la ambigüedad y la burocratización de algunas instituciones. "¿De qué cultura se ocupará el Fòrum de les Cultures 2004? ¿De la cultura de los Xiquets de Valls o de la física cuántica? ¿Qué cultura quiere defender el Instituto de Cultura de Barcelona?", preguntó sobre la institución que acoge su exposición.

Juli Capella recordó que la cultura es el único hecho diferencial en el programa que los partidos políticos presentan ante las próximas elecciones, y Bohigas matizó: "El hecho diferencial más importante es la educación, que en este país es deficitaria. Se tendría que quemar la Universidad, que es una porquería repleta de burócratas que no sirven para otra cosa que para complicar la vida de los demás".

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