Suker y el toque puro del balón

Davor Suker recibió el balón el sábado, a los 28 minutos del partido que su equipo, el Arsenal, ganaba por entonces 1-0 al Sunderland, en el vértice izquierdo del área, y con una volea seca, un globo violento, clavó el balón en la escuadra opuesta de la portería. Un golazo que dio tranquilidad a su equipo y al que sumó otro, cinco minutos después, al definir una jugada del francés Thierry Henry. El ex madridista Suker lleva ya nueve goles en la Premier League, y es el máximo anotador de su equipo, que marcha segundo en la competición -el encuentro de ayer terminó 4-1 en favor del Arsenal-, a un punto del Leeds.Está claro que la forma física de Suker ya no es la que tuvo en sus épocas de esplendor. De hecho, el despliegue y la multiplicación en el campo nunca fueron su fuerte: Fabio Capello lo llamaba "la lavadora". Suker no se mueve, pero su toque puro del balón se mantiene intacto. Llegó al Arsenal sobre el final del verano pasado, tras ser despreciado por John Toshack, entonces técnico madridista. De alguna manera fue un trueque de delanteros entre el Madrid y el equipo londinense: Nicolas Anelka a la capital de España, y Suker a las Islas. La diferencia estuvo en el precio: 5.600 millones pagó Lorenzo Sanz por el francés; 600 millones desembolsó el Arsenal por Suker.

El croata, sin embargo, ha sido mucho más rentable que Anelka en esta media temporada que cada uno ha jugado en sus nuevos equipos: 11 goles, sumando todas las competiciones (Liga, Copa y Liga de Campeones), lleva Suker en sus cuatro primeros meses en Inglaterra, mientras que Anelka, inédito en los marcadores hasta hace diez días, anotó sus primeros tres tantos con el Madrid en el Mundial de Clubes que acabó el viernes, uno al AlNassr saudí y dos al Corinthians brasileño, que finalmente se coronó campeón. En la Liga aún no se ha estrenado.

Suker, que no ha sido titular en todos los partidos, es el máximo anotador en lo que va de temporada de su equipo. Ha marcado dos más que el nigeriano Nwankwo Kanu