Tiger Woods da clases a Sergio García
Tiger Woods está enseñando a Sergio García a hacer la peliaguda transición entre adolescente y estrella del golf. Para ello aprovecha los momentos que pasan juntos en el campo estos días, en el torneo organizado por Tiger Woods en el desierto de Arizona para despedir al 1999 y recibir al 2000. Tras la primera jornada, en la que ambos compartieron partido, el norteamericano marcha primero, empatado a -6 con su gran rival local, David Duval. García, a siete golpes, es noveno.El impresionante duelo entre el jugador norteamericano, número uno del mundo, y el prodigio español en la última ronda del Campeonato de la PGA ha hecho correr ríos de tinta, pero no por ello la rivalidad, aseguran los dos, entre ellos sale de dentro del campo de juego. De hecho, Woods está ayudando a El Niño a comprender rápidamente las tareas más complejas de un jugador de primer nivel en el circuito: cómo tratar a la prensa, cómo tratar a los aficionados y cómo soportar sin perecer en el intento las decenas de viajes en avión durante la temporada. Ya durante el Open Británico, de desastroso recuerdo para El Niño, Tiger Woods le echó una mano. "Me dijo que él estaba ahí para lo que quisiera", recuerda García. "Que si quería hacerle alguna pregunta... Y eso hice".
"Miro a Sergio y me veo a mí mismo hace un par de años", dijo Woods, de 23 años. "No sólo por su forma de ser, también porque juega muy bien y por la emoción y alegría que ha traído al golf. Cantidad de cosas que yo mismo hacía cuando me hice profesional veo que él también las hace.
El Niño, que cumplirá 20 años el 10 de enero, apenas lleva ocho meses de profesional, pero su impacto en el mundo del golf ha sido extraordinario. Casi exagerado: la web de golf más importante del mundo le considera incluso uno de los 15 mejores jugadores mundiales del siglo. "Pero, desgraciadamente", dijo Woods, "Sergio es joven. Y la gente va a estar esperando sus errores más que otra cosa. Todo el mundo está pendiente de él".
Ayudar a los rivales es un detalle que hace diferente al golf de otros deportes. "Es único", recalcó Woods. "No sé de otro deporte en que la gente trate de echar una mano a los rivales. No me imagino a Michael Jordan diciéndole a uno de otro equipo: "Eh, para marcarme haz esto".
Otro prodigio en Augusta
Otro joven prodigio amenaza con terciar entre el Tigre y El Niño. El australiano Aaron Baddeley, amateur de 18 años ganador del masters de Australia, recibió ayer la invitación del Masters de Augusta para el torneo del 2000.
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