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El BNV-Els Verds apuesta por los pactos municipales a la carta tras la imposibilidad de llegar a las Cortes

La coalición Bloc Nacionalista Valencià-Els Verds apostará por los pactos municipales a la carta, para intentar seguir avanzando en su objetivo de lograr representación en las Cortes Valencianas. El importante incremento registrado en votos, que por primera vez permite a los nacionalistas sobrepasar la barrera psicológica de las 100.000 papeletas, no ha sido suficiente, sin embargo, para alcanzar el listón del 5% que les hubiera permitido entrar en las Cortes Valencianas. La imposibilidad, pues, de consolidarse como la fuerza "decisiva" en la Cámara autonómica, donde nacionalistas y ecologistas aspiraban a hacer de bisagra entre populares y socialistas, se ha visto frustrada, y fuerza al partido -según fuentes internas- a una reflexión de fondo que, a su juicio, deberá plantearse en breve en un próximo congreso. Con todo, la coalición ha logrado importanes avances en la política municipalista. El BNV-Els Verds logra por primera vez en su historia un diputado provincial en Castellón y recuperan el que ostentaron en Alicante durante el periodo 1991-1995, mientras que sus ediles serán necesarios en algunos municipios importantes para configurar mayorías de gobierno. Una fórmula de pactos municipales, que en el ecuador de la campaña fue definida por el candidato a la presidencia de la Generalitat, Pere Mayor, como una vía para formar alianzas de corte progresista, fundamentalmente con el PSPV. Sin embargo, la imprevista derrota en las autonómicas abre de nuevo la incógnita entre la militancia sobre si la coalición estará dispuesta a aliarse incluso con el PP en aquellos ayuntamientos donde les permita consolidar posiciones de gobierno. Nacionalistas y ecologistas prácticamente duplican su número de ediles en la Comunidad Valenciana, aunque en los principales municipios donde mantenían pactos de gobierno han cosechado resultados dispares. Así, la coalición pierde la emblemática alcaldía de Dénia. En Oliva, el municipio de la número dos autonómica Pepa Chesa, donde gobernaban con el PP, ahora pierden un concejal y no serán necesarios. En Gandia se convierten en la bisagra entre socialistas y populares, mientras que en Sagunto aumentan de uno a tres sus ediles y podrían entrar en un pacto municipal para formar gobierno. En las capitales de provincia, pese al mayor apoyo electoral, sólo mantienen el edil del Ayuntamiento de Castellón. Los buenos resultados obtenidos en comparación con las convocatorias anteriores no impedirán el debate en el seno de la coalición y en el interior del Bloc Nacionalista Valencià, donde ya hay un sector que apuesta por la renovación, dado que Pere Mayor es el candidato más veterano de todos los que han aspirado a la presidencia de la Generalitat.

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