_
_
_
_
MOTOCICLISMO Gran Premio de Francia

Color español en 500

Crivillé, Checa y Gibernau están entre los cuatro pilotos mejor clasificados de la categoría reina y anuncian el predominio español

El viejo sueño de que el campeón del mundo de 500 sea español cada vez parece más cercano. Ya hace días que se ha convertido en una realidad la ilusión de tener a los pilotos españoles brillando en la categoría reina, y ahora se anuncia una hegemonía como la que antes vivieron los ingleses, los estadounidenses y los australianos.Después de las cuatro primeras carreras de 1999, la clasificación del campeonato del mundo se lee de la siguiente manera: Álex Crivillé, primero con 79 puntos; Kenny Roberts, segundo con 53; Carlos Checa, tercero con 47, y Sete Gibernau cuarto con 46. Es decir, tres españoles entre los cuatro mejores pilotos del mundo. ¿Quién lo hubiera imaginado hace apenas unos años?

Más información
Crivillé se afianza como líder

Lógicamente, el estandarte de este grupo se llama Crivillé. La de ayer en Francia fue su décima victoria en 500 -201ª del motociclismo español-, en un circuito en el que el año pasado ya había derrotado incluso a Mick Doohan. "Es una pista que conozco bien; me gusta y el público me anima", reconoció. "También tenía un montón de presión, pero creo que he controlado la situación".

Crivillé tiene ahora una posición privilegiada. En el equipo oficial Honda le señalan claramente como su candidato al título, y lo mismo ocurre con sus rivales. Él es el hombre al que batir. "A partir de ahora tengo que mantener la concentración, ser consistente", dice.

Carlos Checa y Sete Gibernau deben de mirar a su colega con cierta envidia. Ellos también sueñan con el título mundial de 500, aunque por el momento lo tienen más lejos. Checa volvió a ser el mejor piloto de Yamaha, aunque una salida pésima le condenó a estar fuera de la lucha principal.

"Aún no sé qué pasó en la primera curva", explicó, "y después fue una carrera muy dura porque tuve que recuperar muchas posiciones. Sin embargo, estoy más satisfecho porque la moto ha mejorado bastante este fin de semana". Desde la 14ª posición en que pasó la primera vuelta remontó hasta la quinta, y otra vez obtuvo un resultado mejor que su compañero de equipo Max Biaggi, quien se lesionó un dedo en su caída. A Checa le batió Gibernau en la última curva, con lo que éste volvió a sorprender con su máquina bicilíndrica, menos potente. Claro que esta vez pareció que las dos largas rectas de Paul Ricard no penalizaban tanto a estas motos, ya que el japonés Tetsuya Harada llevó su Aprilia de estas características hasta la tercera posición.

Sete volvió a hacer una buena carrera, igual que en el gran premio anterior, en Jerez, donde terminó tercero. Arrancó desde la 14ª posición, en la cuarta fila de la parrilla, y remontó para terminar cuarto. "Con mi moto era muy difícil adelantar aquí", explicó. "Pero me la he ido jugando para pasar a tanta gente. Lástima que al final pensaba que quedaba otra vuelta y que podría atacar a Harada". Sus exhibiciones no han pasado desapercibidas y el miércoles podrá probar en Brno la Honda de cuatro cilindros de Doohan. Posiblemente pueda correr con ella el próximo Gran Premio de Italia, que se disputa en Mugello el 6 de junio.

Los otros españoles de la categoría reina cosecharon los siguientes resultados: el alicantino Juan Bautista Borja (Honda) fue séptimo y ocupa la novena posición en el Mundial, mientras que el sevillano José Luis Cardoso (Honda) sufrió una caída, aunque sin consecuencias físicas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_