Habladurías y pactos

Visto lo visto, vista la tranquilidad inaudita con que se están corriendo las primeras etapas (ayer adobada con una caída de esas generadas por la relajación: Cipollini, Clavero, el más fastidiado, Santi Blanco, Cabello y Zülle entre los damnificados; los fotógrafos, que se hincharon a enviar fotos de tipos con el culotte desgarrado, los beneficiados), vista la regularidad con la que los corredores consiguen sus objetivos y la ecuanimidad en el reparto de los honores (el holandés Jeroen Blijlevens, uno de los miembros del TVM del escándalo del Tour 98, ganó la tercera etapa después de haber sido segundo en las dos anteriores: tercer corredor diferente, tercer equipo diferente y tercer líder diferente en tres días), visto, en suma, que quejarse del calor ya aburre, a la gente le ha dado por hablar.Hablaban en la salida El Chava Jiménez y Beppe Martinelli, el director de Marco Pantani. ¿De qué, señor Martinelli? "Siempre he admirado a Jiménez, antes incluso de que se hiciera tan famoso. Nada, le he estado dando un par de consejos para los puertos que se avecinan. No es que seamos patas, pero sí amigos. Además, estamos de acuerdo en que más le vale hacerse amigo de Pantani, que no su rival". ¿De qué hablaba con el señor Martinelli, señor Jiménez? "Nada, uno que tiene amigos en todas partes. Hay que tenerlos, ¿no? Me ha estado contando algunos truquillos... Además, qué narices, más me vale hacerme amigo de Pantani, pactar con él y pillar algo. Porque, querámoslo o no, lo de la general es más bien complicado". Todos lo dicen riéndose, como en bromas. La misma charla que ayer ya la tuvieron Martinelli y Jiménez el pasado Tour, antes de la etapa del Galibier. Quedaron en que El Chava intentaría ganar la etapa ayudando a Pantani a ganar la general. El abulense se congeló en el descenso, allí donde Pantani escribió la mejor página de su leyenda.

También de pactos habló Roberto Heras, que, éste sí, cree en sus posibilidades en la clasificación general. El bejarano no se ve aliándose con El Pirata a cambio de un hueco en el podio. Además, éste sí, habla en serio. "Los españoles siempre hacemos igual, nos pegamos entre nosotros y llegan los italianos y se lo llevan todo. Deberíamos aprender y formar una alianza española contra Pantani. Es la única forma que hay de hacerle tambalear", dijo Heras. La cosa olía a polémica, pero su director, Álvaro Pino, enseguida recondujo la situación: "Los corredores pueden decir lo que quieran; luego en la carretera harán lo que yo diga". "El Chava es el Chava", se limitó a comentar Eusebio Unzue, director del Banesto.

Pantani no habla. Bastante tiene con salir del agobio matutino que le rodea cuando baja de su rulote. Lo hace cinco minutos antes de que termine el plazo del control de firmas. Tiempo suficiente, no obstante, para que le dé un dolor de cabeza por los atronadores gritos que le envuelven. Los monopoliza El Pirata, el único ídolo que le queda al ciclismo italiano, así que los demás corredores andan tan tranquilos, sin que nadie les dé casi ni los buenos días. Jalabert, por ejemplo, en otras partes casi inaccesible, en el Giro es un ser anónimo envuelto en la bandera francesa. Ni siquiera se le ve en el pelotón. Está desconocido. En España, en cuanto ve un repecho ya está poniendo a todos en fila. Y en Italia... "Es que estoy tratando de aprender cómo corren los italianos su carrera. Además, no conozco apenas los recorridos, pero me han dicho que esto suele hacerse muy duro, así que más vale ahorrar fuerzas". Bueno, bueno, no tanto. Hoy, la etapa termina en un repecho del 8%, ideal para su forma de correr. "Sí, sí, mejor que sea en cuesta que no llano. Sí, sí, esta etapa y la del Monte Sirino y la del Sasso son etapas que tengo que ir a buscar. Después, ya veremos, pero creo que la montaña de Italia es muy dura para mí".