Falta oxígeno y mucho humor
Veinte largos años lleva Juli Millet militando en el PSPV y 16 de ellos ocupando cargos parlamentarios. Todos los cenáculos políticos saben cuán afilada puede ser su lengua e imprevisible su imaginación para urdir malicias. Siempre ha sido así porque no es otro su talante, por demás desprendido. Ahora se le quiere expedientar por unas declaraciones en las que afirmaba, entre otras lindezas, que en el PSPV "hay menos oxígeno que en Marte". En realidad, una leve humorada -acaso una constatación objetiva- si se la compara con otras perlas de su repertorio, que sus fiscales ignoran, obviamente. Digo yo si ese ímpetu disciplinar no será la expresión renovadora de la segunda renovación emprendida en el partido. Me pregunto si, además de faltarle el oxígeno, hay vida inteligente en el colectivo socialista cuando se aplican a estas naderías y soslayan su misión más apremiante: dulcificar en lo posible la derrota electoral que les acecha. Con la pérdida de Millet agotan sus últimas neuronas.
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