Bonino quiere reorganizar los campos
"He venido aquí en el Día de Europa porque los Balcanes son Europa, he venido a confirmar nuestra ayuda y a intentar mejorar la coordinación", declaró la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Emma Bonino. La ayuda europea, entre Bruselas y los 15 Estados miembros, supera los 400 millones de euros (67.000 millones de pesetas).La comisaria responsable de ECHO -la agencia humanitaria de la Comisión- ha viajado a la zona para consagrar la puesta en práctica de un nuevo concepto de "campo de refugiados". Los campamentos de urgencia, a base de tiendas, sólo podían montarlos los soldados de la OTAN...
"He venido aquí en el Día de Europa porque los Balcanes son Europa, he venido a confirmar nuestra ayuda y a intentar mejorar la coordinación", declaró la comisaria europea de Ayuda Humanitaria, Emma Bonino. La ayuda europea, entre Bruselas y los 15 Estados miembros, supera los 400 millones de euros (67.000 millones de pesetas).La comisaria responsable de ECHO -la agencia humanitaria de la Comisión- ha viajado a la zona para consagrar la puesta en práctica de un nuevo concepto de "campo de refugiados". Los campamentos de urgencia, a base de tiendas, sólo podían montarlos los soldados de la OTAN y los Ejércitos o servicios de Protección Civil de los Estados miembros. Pero a medio plazo "son insostenibles", argumenta Bonino. Porque los expertos calculan que el retorno de los deportados a su Kosovo natal requerirá medio año en el mejor de los casos, si media una solución política al conflicto. Y antes llegarán los calores veraniegos y las lluvias otoñales. Por eso ECHO ha iniciado el montaje de campos de tamaño medio, más permanentes, utilizando edificios en desuso. Los ha rehabilitado y ha encargado su gestión a ONG colaboradoras.
Sirven para desconcentrar los hacinados y vulnerables campos fronterizos (los serbios pueden "crear una catástrofe" en cualquier momento), permiten una vida más digna a sus habitantes, "y tienen la ventaja de que quedarán como instalaciones públicas útiles a la población albanesa cuando los refugiados vuelvan a casa", razona Bonino.
Hay otras alternativas en discusión. La más novedosa es la instalación de casas prefabricadas. Supone una ventaja política: podrían trasladarse después a Kosovo. Pero también múltiples problemas de intendencia -su conexión a la red de suministro de aguas- y de coste económico.