OFENSIVA ALIADA CONTRA SERBIA

Washington sopesa la opción de un Kosovo independiente

El Gobierno de Bill Clinton ha comenzado un debate interno sobre si la conclusión lógica de la campaña contra Yugoslavia no es otra que terminar apoyando la independencia de Kosovo. El presidente de Estados Unidos lo abrió el martes cuando declaró que, si Slobodan Milosevic no cede, puede terminar perdiendo el apoyo internacional a su reivindicación de soberanía sobre esa región.La Casa Blanca y el Pentágono reconocían ayer que la primera fase de bombardeos sobre Yugoslavia no ha alcanzado sus objetivos políticos y militares. "No ha sido un golpe que haya dejado fuera de combate a las fuerzas ...

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El Gobierno de Bill Clinton ha comenzado un debate interno sobre si la conclusión lógica de la campaña contra Yugoslavia no es otra que terminar apoyando la independencia de Kosovo. El presidente de Estados Unidos lo abrió el martes cuando declaró que, si Slobodan Milosevic no cede, puede terminar perdiendo el apoyo internacional a su reivindicación de soberanía sobre esa región.La Casa Blanca y el Pentágono reconocían ayer que la primera fase de bombardeos sobre Yugoslavia no ha alcanzado sus objetivos políticos y militares. "No ha sido un golpe que haya dejado fuera de combate a las fuerzas yugoslavas", dijo Kenneth Bacon, portavoz del Pentágono. "Degradar su capacidad", añadió, "va a requerir más tiempo del que imaginábamos". Y, en el frente político, una fuente del Gobierno citada por The New York Times reconoció: "Infravaloramos la capacidad de resistencia de Milosevic".

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Pero, aparte de insistir en que los bombardeos "se intensificarán", Washington sigue sin una "estrategia de salida" al conflicto. Clinton afirma que su promesa de que no enviará tropas terrestres estadounidenses a Yugoslavia sigue siendo válida y añade que mantiene su oposición a la independencia de Kosovo y su apoyo a la amplia autonomía propuesta en el plan de paz. Pero ya ha entreabierto una puerta sobre la segunda idea.

En Alemania, el ministro de Exteriores, Joschka Fischer, se mostró ayer evasivo sobre la posibilidad de replantear el estatuto de Kosovo, cuya pertenencia a Yugoslavia no cuestionaban los acuerdos de Rambouillet, informa Pilar Bonet. Fischer dijo ayer que estos acuerdos son todavía válidos en sus "puntos esenciales". Sin embargo, afirmó también haber advertido a Belgrado de que la conferencia de Rambouillet era "la última oportunidad de mantener a Kosovo en Yugoslavia". A la pregunta sobre si favorecía una "secesión" de Kosovo, Fischer manifestó que ésta es una "discusión abstracta". Sobre la posibilidad de crear un protectorado internacional en la zona, el ministro dijo que "ésos son temas que deben debatirse dentro de la Alianza Atlántica".

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