Borrell pide al PSC que no se deje arrastrar por debates nacionalistas

El candidato del PSOE a la presidencia del Gobierno, José Borrell, pidió ayer al PSC que no se deje llevar por debates soberanistas y que centre su atención en los asuntos que realmente preocupan a los ciudadanos, entre los que citó el empleo, los servicios sociales y la educación. Borrell presentó ante la ejecutiva del PSC los cuadernos de debate que ha lanzado y la dirección socialista se comprometió a editar las versiones en catalán.

Borrell presentó ayer a la ejecutiva del PSC los 10 cuadernos de opinión que, bajo el título genérico de Política abierta, buscan la implicación de los ciudadanos en la elaboración del programa electoral del PSOE para las próximas elecciones generales. El propio Borrell dio cuenta de la reunión ante los medios de comunicación y puso un énfasis especial en mostrar su sintonía con la dirección catalana y especialmente con el candidato socialista a la presidencia de la Generalitat, Pasqual Maragall, con quien ha tenido reiteradas discrepancias. Borrell se deshizo en elogios hacia el PSC, al que consideró "uno de los grandes instrumentos de renovación política" no sólo en Cataluña, sino también en España, y achacó a Maragall buena parte del mérito. No obstante, pidió al PSC que no se deje llevar por debates "esencialistas" basados en "las identidades" y que se centre en los problemas que a su juicio interesan a los ciudadanos, que él ha sintetizado en los cuadernos que presentó ayer. "No sería bueno que el esencialismo sirva para esconder el debate sobre cómo el poder administra las competencias que ya tiene", afirmó Borrell, quien se puso a la disposición de Maragall con vistas a las próximas autonómicas. Las posiciones abiertamente catalanistas de Pasqual Maragall han chocado en más de una ocasión con las opiniones del candidato del PSOE, que también es dirigente del PSC. El último encontronazo lo protagonizaron la semana pasada, cuando el ex alcalde propuso la relectura del protocolo que regula las relaciones entre el PSC y el PSOE, mientras que Borrell se postuló por dejar las cosas como están. Borrell negó ayer que el protocolo provoque discrepancias entre los dirigentes socialistas, y se mostró partidario de que las direcciones del PSOE y del PSC aborden conjuntamente cuál debe ser el marco de relación. Eso sí, volvió a insistir en que determinados debates pueden ser más beneficiosos que otros para conseguir votos y que en su opinión el protocolo de relaciones entre el PSOE y el PSC no se encuentra entre los más rentables. "Tenemos que subrayar las cuestiones que realmente interesan a la población", aseguró Borrell. Como ejemplo de las cuestiones que interesan a los ciudadanos -contrapuestas en su opinión a los "debates esencialistas"-, Borrell presentó los 10 cuadernos que ha elaborado su equipo, cuya traducción al catalán y difusión en Cataluña correrán a cargo del PSC. Los cuadernos hacen propuestas para avanzar hacia la renovación de la política, la igualdad entre el hombre y la mujer, la emancipación juvenil y la mejora de la educación, de la sanidad y de las políticas de bienestar social, entre otros aspectos. La ejecutiva del PSC hizo también una evaluación muy positiva del proceso de primarias para elegir a Maragall candidato a la presidencia de la Generalitat y estudió el manifiesto-marco del partido para las próximas elecciones municipales, que ha coordinado el alcalde de Terrassa (Vallès Occidental), Manuel Royes. En la reunión de la ejecutiva socialista volvió a aflorar el malestar que provoca en algunos dirigentes del partido las continuas alusiones al PSC por parte del presidente de Iniciativa per Catalunya, Rafael Ribó, que propone una plataforma conjunta de la izquierda para derrotar a Jordi Pujol. La semana pasada, Ribó puso una condición para el pacto: que Maragall resuelva primero sus diferencias con el PSC.