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CICLISMO

'Ciao' Bugno, hasta siempre

"Hoy es un día normal para mí. Una carrera más". ¿No siente usted una sensación especial en su última cita oficial como ciclista? "Me preocupa como será el año próxima, ese día en que se abrirá la temporada del ciclismo y yo no estaré. Todo será diferente cuando ese día. Mi vida cambiará". Gianni Bugno no ha perdido ese semblante tímido y caballeroso. A sus 34 años, el ciclista italiano corrió ayer su última competición oficial tras 15 años en la alta competición. Y lo hizo en la Escalada de Montjuïc. No fue una elección a propósito, sino producto de la casualidad del calendario de su último equipo el Mapei.

No llegó a Barcelona a disputar el triunfo. El cartel de los favoritos estaba reservado a Olano, Escartín, Jiménez y Mauri. La jornada, sin embargo, se convirtió en un paseo de reconocimiento hacia el corredor italiano. Un homenaje en toda regla de los amantes de ciclismo. Bugno volvió a comprobar que la gente le quiere y le admira. Lo palpó en la pasada Vuelta a España donde hace un mes sumó su última victoria al ganar en solitario la etapa que terminaba en Canfranc.

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El locutor de la Escalada no se cansó de repetir el historial de Bugno cada vez que el campeón italiano entraba en escena. Ganador del Giro 90, de principio a fín, dos Mundiales, una Copa del Mundo y dos podios en los Campos Elíseos de Paris, segundo en 1991 y 1992.

Victorias todas valoradas con el mismo aprecio por Bugno. "Todas los triunfos son importantes", señala Bugno. El ciclismo ha sido mi vida. A partir de ahora espero que ese deporte duro y generoso me haya enseñado lo suficiente para afrontar el futuro", añade el ciclista.

Bugno quiere olvidar el pasado, lo que pudo ser y no fue. Y suelta un nombre, el enemigo que lun día le amargó la existencia y ya no pudo sobreponerse: Miguel Induráin. "Fue el principal rival. Un ciclista que tapó a otros grandes ciclistas de su misma generación". Suya es la frase en la etapa del Tour en Luxemburgo de 1992. "Somos 180 ciclistas y un extraterrestre". Bugno nunca se recuperó del síndrome Induráin.

Montjuïc tuvo el privilegio de presenciar al último de los ciclistas de la generación de 1964 -Fondriest y Chiapucci también se retiran este mes- con más estilo pedaleando sobre una bicicleta. Bugno seguirá como relaciones públicas del Mapei y sueña en convertirse en piloto de helicóptero, su otra pasión.

Líder o gregario, primero o último, Bugno se fue sin perder la compostura. Gianni no ganó pero recibió el homenaje del podio. Jeker, Olano, Mauri, el podio de la Escalada, Escartín, García Casas y Zintchenko le tributaron el último aplauso. Ciao, Bugno; hasta siempre.

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