Bruselas pagará del 50% al 75% del coste de reconversión del mercado del vino

La Comisión Europea aprobó ayer su propuesta para reformar el mercado del vino en el periodo 2000-2006. En esta ocasión no hay problemas presupuestarios. El sector contará con unos recursos de 1.234 millones de ecus al año (207.000 millones de pesetas), de los que una gran parte se destinarán a subvencionar entre un 50% y un 75% de la inversión para sustituir cepas de vino de mesa por cepas de vino de calidad. Los productores han acogido la propuesta con cautela. La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, aseguró que "es muy beneficiosa para España".

La ministra de Agricultura y los...

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La Comisión Europea aprobó ayer su propuesta para reformar el mercado del vino en el periodo 2000-2006. En esta ocasión no hay problemas presupuestarios. El sector contará con unos recursos de 1.234 millones de ecus al año (207.000 millones de pesetas), de los que una gran parte se destinarán a subvencionar entre un 50% y un 75% de la inversión para sustituir cepas de vino de mesa por cepas de vino de calidad. Los productores han acogido la propuesta con cautela. La ministra de Agricultura, Loyola de Palacio, aseguró que "es muy beneficiosa para España".

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La ministra de Agricultura y los productores coinciden al señalar que las propuestas de la Comisión se pueden mejorar durante las negociaciones en el Consejo de Ministros de la UE.La reforma debería estar aprobada en junio de 1999 para aplicarse en el periodo 2000-2006.Loyola de Palacio aseguró que el documento apuesta "por un sector del vino competitivo y en expansión, atiende la petición española de reconversión varietal [sustitución de viejos viñedos por otros de mejor calidad] y mantiene las ayudas para la destilación de boca [quema de vino para obtener alcohol destinado a brandy]". La ministra reconoció que hay "aspectos que deben ser retocados y mejorados".

La propuesta, presentada por el comisario de Agricultura,Franz Fischler, tiene aspectos muy positivos, como su generosa dotación financiera para los tiempos de vacas flacas, que dominan las decisiones presupuestarias; el descarte de los arranques obligatorios de viñas; la desaparición de las cuotas de producción por países.

Mejorar el viñedo

Otros generan posiciones contradictorias en España, en función de la región productora, como la propuesta de financiación de un 50% de las inversiones para mejorar las variedades de viña, que se aumenta al 75% en las regiones de objetivo 1 (las que tienen una renta media por habitante inferior al 70% de la media europea) y dejaría con menos ayudas a La Rioja, aunque también a regiones con importante producción, como Cataluña. El 25% restante lo pondría el particular, con la condición de que en ningún caso haya financiación pública a cargo de los Estados. La Mesa del Vino, que representa los intereses del sector, ha pedido al Gobierno que luche para conseguir que la reconversión sea financiada al 100% por la UE. Las ayudas llegarían a los productores que decidan arrancar viña para sustituirla por cepas más nobles. La otra alternativa ofrecida por Fischler es que la plantación nueva se realice sin arranque previo, con lo que el productor podría mantener durante cuatro años la producción con las cepas viejas, aunque pasado ese periodo debería proceder al arranque obligatorio de una superficie equivalente a la nueva.La reforma favorece a regiones con una gran producción y calidad inferior de viñedos (Castilla-La Mancha, Valencia o Extremadura) que pueden reconvertirse en cultivos de alta calidad, con el beneficio añadido de que se extiende la prohibición de nuevas plantaciones hasta el año 2010.

Nuevas negociaciones

Otras sugerencias de Fischler han sido recibidas con abierta hostilidad también entre los productores italianos y, con menor intensidad, los franceses, como la no-prohibición de los procesos de enriquecimiento artificial del vino o chaptalización. O la ausencia de ayudas para el mantenimiento del cultivo en zonas áridas o semidesérticas, una de las principales reivindicaciones españolas. Las negociaciones en el seno del Consejo de Ministros no parece que vayan a tener la intensidad de las que han rodeado la reforma del sector del aceite. En buena medida porque Alemania es el principal interesado en que no se prohíban los procesos de chaptalización y parece haber presionado a favor de una dotación financiera alta.

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