Una paliza memorable

El público italiano aclamó a la selección española con gritos de "¡Olé, Olé". Era la mejor imagen para ilustrar una exhibición sin antecedentes en el balonmano de élite: 15-1 poco antes del descanso contra Hungría, 4ª en el último Mundial y una de las favoritas del grupo. Si España cumple el pronóstico hoy contra la República Checa (20.00, la 2) y el miércoles contra Macedonia, se enfrentará el jueves a Rusia con posibilidades razonables de pasar a semifinales."Hungría tiene a un artista en el ataque, Eles, y a varios ogros en la defensa. No será fácil ganarles". Pocas veces habrá emitido Juan de Dios Román un pronóstico tan erróneo. Para empezar porque no estaba Eles, lesionado. Y también porque los atacantes españoles convirtieron a los ogros en inocentes corderitos. A pesar de que Duishebáiev tardó en entrar en calor -un gol de sus cuatro primeros lanzamientos-, Hungría ya estaba en el foso histórico del 11-1 tras 20 minutos.

En realidad, la clave estaba en la retaguardia. La necesidad de suplir al ausente Esquer en el puesto de avanzado hizo que Román probase esta vez a Ugalde en esa función, que contra Croacia desempeñó Carlos Ortega. Todo el bloque funcionó como si llevaran haciendo lo mismo desde su época de juveniles. Pero con un añadido esencial, llamado Barrufet: el portero suplente del Barcelona alcanzó una efectividad del 88 %, casi imposible en el balonmano de alto nivel, a pocos minutos del descanso.

El sistema empleado ayer por Román, cambiando a Duishebáiev y Mariano Ortega por Olalla y Ugalda al pasar del ataque a la defensa, tiene el inconveniente de que el astro del equipo no puede lanzar el contraataque. Pero Duishebáiev compensó ayer esa carencia, cuando despertó, con goles de alto nivel que contribuyeron a un histórico parcial de 14-0.

Duishebáiev

Aunque España cuenta con otros jugadores que formarían parte de una selección mundial -el extremo Guijosa y el pivote Shepkin, especialmente-, todas las miradas se centran en Duishebáiev, muy bien pagado pero no muy a gusto en la Bundesliga, el auténtico líder de esta selección en sus últimas apariciones internacionales."Ha sido una temporada durísima, con muchos problemas de adaptación. LLegué a la concentración en Puente Viesgo sin hambre de balón, pero ya la he recuperado", señala el central español, considerado como uno de los mayores talentos naturales que ha dado el balonmano. Es la estrella de Oriente de un equipo diezmado por las lesiones.

A partir del 15-1, los españoles no pudieron evitar la relajación, y Román dió minutos a los suplentes, a pesar de que la diferencia de goles puede ser decisiva al final, siempre que no haya sorpresas mayúsculas como la de ayer: Macedonia empató con Rusia tras remontar un 19-10.

España debe golear hoy a la República Checa para meter presión y mantener todas sus aspiraciones que, a la vista de los resultados de su arranque en el Europeo, no tiene porqué limitarse.