Despedida en la Bola del Mundo
El telesilla de Guarramillas, el más viejo de España en activo, comienza a ser desguazado
Navacerrada se despidió ayer del primer telesilla que se instaló en la sierra de Madrid y el más viejo de España en funcionamiento. El telesilla del Alto de Guarramillas (que sube desde los 1.860 metros del alto de Navacerrada hasta los 2.179 del de Guarramillas) comenzó a desmontarse ayer tras 42 años de funcionamiento. En su lugar llega otro de perfil mucho más moderno: de última generación, fabricado por una empresa austriaca y con una capacidad y una velocidad de ascenso mucho mayor. Su coste es de 435 millones.El telesilla de Guarramillas o de la Bola del Mundo, como también se le conoce, funcionó hasta hace dos días. Sin ir más lejos, el sábado pasado fue utilizado por cerca de un millar de personas. Ayer, cinco operarios de la empresa pública Deporte y Montaña, que gestiona la actividad en el puerto de Navacerrada, luchaban contra una fuerte ventisca y una temperatura de un grado bajo cero para desmontarlo pieza a pieza. Descolgaron las 85 sillas del remonte y las almacenaron al pie de la instalación. La estructura exterior del telesilla se desmontará en unos diez días, aunque las tareas se pueden prolongar si el tiempo no ayuda y se mantiene la nieve en el puerto. Lo más complicado es el derribo de las 14 torres de diez metros de alto que sujetan el cable del remonte. "Las pilonas [las torres] se arrancarán tirando de ellas con un tractor", según fuentes de la empresa Deporte y Montaña.
Pepe Arias, uno de los esquiadores pioneros de la región, que lleva más de 70 años viviendo en el alto de Navacerrada, estaba ayer apenado por la pérdida del telesilla de la Bola. El remonte forma parte de su vida: "Un grupo de veinte montañeros y esquiadores constituimos una sociedad a mediados de los cincuenta y con el dinero de los 200 socios que compraron las acciones, construimos el telesilla", explicó a Efe. "Antes de eso , lo único que teneíamos era el telepata", que no era otra cosa que subir la ladera nevada a pie con los esquíes en la mano para calzárselos después y tirarse montaña abajo.
El nuevo telesilla deberá estar a punto para funcionar a finales de noviembre. "Con él arrancará la próxima temporada de esquí", señaló Alfonso Barea, consejero delegado de la empresa. Tendrá 65 sillas de cuatro plazas (el viejo sólo tenía dos). Su velocidad dobla a la del abuelo: en lugar de subir a dos metros por segundo, ascenderá a cinco por segundo. Así, el tiempo de ascensión se reducirá de 12,5 minutos a sólo cuatro.
Un remonte de la estación de esquí de La Molina, en el Pirineo catalán, fue el primero que se construyó en España. Se levantó en 1947, aunque no funciona desde hace años, explicó Cristóbal Pérez un directivo de la estación.
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