El PSC subiría ahora 8 puntos y CiU bajaría otros 8, según un sondeo
El PSC ganaría ocho puntos y CiU sufriría un retroceso de otros ocho puntos en Cataluña si se celebrasen ahora las elecciones generales, según un sondeo que publicó ayer El Periódico de Catalunya. De acuerdo con esta encuesta, realizada por la empresa Vox Pública, el PP catalán consolidaría los resultados obtenidos en las últimas elecciones legislativas, celebradas en marzo de 1996. Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana, dos formaciones que han sufrido sendas escisiones en los últimos dos años, experimentarían un importante retroceso. El sondeo otorga a los socialistas catalanes una intención de voto del 47,3% (39,4% en las últimas legislativas), muy por encima del 21,8% que concede a CiU (29,6% fue el resultado de los nacionalistas catalanes en las últimas generales). El PP sumaría un punto más al 18% que obtuvo en marzo de 1996, mientras que IC-EV obtendría un apoyo del 4,8% (7,6% en las últimas generales) y ERC del 2,4% (4,2% en 1996). El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, es el dirigente político más valorado por los electores catalanes, con una nota de 6,42 puntos sobre un máximo de 10. Le va a la zaga muy de cerca el candidato socialista a la presidencia del Gobierno, José Borrell, con una puntuación de 6,35. Les siguen Joaquín Almunia (5,57 puntos), José Antonio Ardanza (5,15), José María Aznar (4,70), Julio Anguita (3,91) y Francisco Álvarez Cascos (3,27).Los conservadores, los nacionalistas y los independentistas insistieron ayer en sus críticas contra el triunfo de Borrell en las primarias del PSOE. El presidente del PP catalán, Alberto Fernández, dijo que la actual euforia socialista es un "efecto espumoso ficticio" que se disipará en breve. El líder de Unió, Josep Antoni Duran, aseguró que con el modelo económico que propone Borrell, España no aguantaría ni cinco minutos en el euro. Y el dirigente de ERC Carles Bonet afirmó que la victoria de Borrell supone "la definitiva sucursalización del PSC respecto al PSOE" y refuerza "el monopolio de CiU sobre el catalanismo".
