Diez goles, en cuatro partidos
El Paok hurgó en la herida más reciente del Atlético: los goles en contra. Decía Antic en la víspera no estar preocupado por una estadística que dejaba en mal lugar su montaje defensivo. Los rojiblancos habían encajado dos tantos en cada uno de sus tres últimos partidos. Ayer, los griegos insistieron: Molina recibió cuatro goles. El Atlético volvió a torcerse ayer en defensa. Y Antic esta vez sí admitió su inquietud: "Sí, existe algo de preocupación,y pero bueno...la mayoría de estos goles, salvo el día del Espanyol, no han tenido ninguna trascendencia. Vamos a tratar de corregir estos males, pero, sobre todo, seguir potenciando nuestra capacidad goleadora". El técnico achacó a la relajación que produjo el buen resultado la mayoría de los goles griegos.Antic lleva tiempo removiendo su plantilla para dar con una línea más firme y segura. Ayer volvió a ensayar con la línea de cuatro centrales (López, Santi, Andrei Prodan) y volvió a salirle mal.
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