Primas a primeros

"¡Y yo un centolllo!", saltó el presidente del Celta, Horacio Gómez, al conocer que el del Extremadura, Pedro Nieto, quiere regalar un jamón pata negra a los jugadores del Madrid y del Barca si el domingo ganan al equipo gallego y al Rayo. El Celta, el Rayo y el Extremadura se juegan en la última jornada de Liga ante el Madrid, Barca y Deportivo, algo más que un puesto de descenso y otro de promoción: casi 1.000 millones, los ingresos que diferencian ser un primera o un segunda. Sus dirigentes no son partidarios de las primas a terceros, que, en esta ocasión, se convertirían en "primas a primeros", por las posiciones de Sus rivales en la tabla."Lo que tenemos que hacer es ganar", es la consigna de Horacio Gómez, quien añade: "Nada de primas a terceros. No entro en estas cosas. No creo en ellas"."No me gustan las primas a terceros", reconoció Teresa Rivero, la presidenta del Rayo, aunque sí cree que existen y puedan existir el domingo. "Pero si nos ponemos todos así", añadió la esposa de José María Ruiz Mateos, "ésto será una merienda de negros. Esa clase de primas me parece muy fea, poco ética y falta de moral. ¿Me pregunta si en el Rayo vamos a pecar de honrados? Alguna vez nos llegará la recompensa. Ahí tiene el caso de mi marido [por la reciente absolución de la Audiencia Nacional]".

Para la presidenta del Rayo, Ios futbolistas lo que tienen que hacer es jugar y ganar". Después llegará la recompensa en moneda de curso legal, más de 100 millones a repartir entre la plantilla si consiguen la permanencia. La categoría del Celta no pensó en este extremo: "No jugamos con ese objetivo. Los fichajes y él presupuesto son para estar arriba", fue la explicación de su presidente.

El Extremadura, además de los jamones, ha preparado a su gente. Más de 15.000 aficionados están dispuestos a viajar a A Coruña en autocares para animar a sus jugadores. El Ayuntamiento, empresarios de Almendralejo y el propio club se han comprometido a sufragar los gastos del viaje. Después será el balón quien dicte sentencia, aunque Teresa Rivero, con el recuerdo del partido perdido el domingo en Gijón (3-0), tiene otro consuelo: "Habrá que rezar... También para que los árbitros tengan más vista que el de Gijón".