La moral es un producto cultural y no biológico, afirma Ayala

Los seres humanos se han adaptado al ambiente a lo largo de la historia mediante la evolución cultural mucho más que mediante la evolución biológica, explicó ayer Francisco Ayala, genetista de origen español, asesor de ciencia y tecnología del presidente Clinton. Ayala, que dio una conferencia en la Fundación Banco Central Hispano, refuta así los argumentos de los sociobiólogos, según los cuales las pautas morales y éticas de las sociedades son una extensión del comportamiento biológico, condicionado por los genes. "La evolución cultural es una manera de adaptarse al ambiente mucho más rápida ...

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Los seres humanos se han adaptado al ambiente a lo largo de la historia mediante la evolución cultural mucho más que mediante la evolución biológica, explicó ayer Francisco Ayala, genetista de origen español, asesor de ciencia y tecnología del presidente Clinton. Ayala, que dio una conferencia en la Fundación Banco Central Hispano, refuta así los argumentos de los sociobiólogos, según los cuales las pautas morales y éticas de las sociedades son una extensión del comportamiento biológico, condicionado por los genes. "La evolución cultural es una manera de adaptarse al ambiente mucho más rápida y versátil y se puede dirigir", señaló, aunque reconoció que también puede ser reversible.Sin embargo, matizó, las normas morales no pueden ir en contra de las tendencias biológicas porque causarían la desaparición de la especie. En su tesis, en primer lugar existen unas predisposiciones biológicas que la sociedad eleva a rango de normas y a las que superimpone otras normas, emanadas de la inteligencia humana y no de la biología.

Ejemplos serían el cuidado de los hijos como norma biológica universal y el rechazo del adulterio como norma social, y como tal, no universal ni intemporal. Los 10 mandamientos cristianos resultan así ser un producto de las tradiciones sociales y no de la biología.

Ayala recordó que sería deseable que España alcanzara una inversión de un 2% del PIB en investigación y desarrollo, algo difícil por el momento, ya que desde 1992 este porcentaje se ha estancado en el 0,9% y no lleva visos de cambiar.

Debido a su conocimiento del sistema español de ciencia y tecnología, este genetista está trabajando actualmente en la renovación del acuerdo científico entre España y Estados Unidos.

Ayala acepta la clonación de animales y los alimentos transgénicos "hechos como se debe", pero no la clonación de humanos, que encuentra "biológicamente errónea, científicamente reprobable y socialmente inaceptable

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