Al borde del milagro

El Estudiantes, que empezó con mal signo la eliminatoria frente al Villeurbanne, terminó siendo siendo un duro rival para los franceses y, al final, defendió sus opciones hasta el último segundo para marcharse de la Liga Europea con la seguridad de que podía haber alcanzado los cruces de cuartos. La despedida colegial a Europa quedó enturbiada por un polémico último minuto donde el equipo madrileño reclamó a los árbitros una falta sobre Harper Williams que no fue concedida. Los estudiantiles, tras recuperarse de un peligroso bache (61-67), entraron empatados a 71 en ese fatídico minuto, pero Delanney Rudd se abalanzó sobre Williams e impidió al estadounidense controlar un balón que decidió el choque.El base del Villeurbanne envió la pelota a Alain Digbeu y un triple de éste más un tiro libre supusieron el marcador definitivo, al que los locales habían llegado tras alimentarse de los faltas personales contra un rival que derrochó corazón y jugó las bazas que debía.

Desde los primeros compases del choque, con Gonzalo Martínez encargado de vigilar a Rudd, confirmaron que el Estudiantes estaba dispuesto a pelear sin descanso.

El Estudiantes cayó con honor después de haber superado a los locales en el apartado de triples y en el rebote ofensivo pero le faltó suerte en los momentos decisivos.

Los enfrentamientos de cuartos de final son los siguientes: Stefanel Milán-Olimpia Liubiana; Bolonia-Barcelona; Efes Pilsen-Villeurbanne; Panathinaikos-Olympiakos.