Verónica Forqué y José Luis Gómez, juntos de nuevo en escena tras diez años

La historia de Verónica Forqué y José Luis Gómez es un amor escénico, y así lo reconocen. Gracias a ese idilio volverán a subir juntos a un escenario, algo que no repetían desde la inolvidable ¡Ay, Carmela!, de Sanchis Sinisterra. Han tenido que pasar diez años para que este par de animales de teatro se junten, bajo la dirección del joven Carles Alfaro, y den vida a los personajes que Eugène lonesco creó en Las sillas, obra cumbre del teatro del absurdo, que mañana se estrena en el teatro de la Abadía.

Desde que se les vio juntos, Forqué no había vuelto a hacer teatro y Gómez sólo tuvo como actor dos incursiones más, Hamlet y Azaña, y de eso hace nueve años.En estos diez años, Forqué se ha convertido en una de las actrices más populares y reclamadas del cine y la televisión. Pero como los cómicos de raza, echaba en falta subirse a un escenario teatral: "Después de grabar la serie de Pepa y Pepe tenía ganas de hacer teatro, incluso le llegué a comentar a una amiga que en el fondo lo que me apetecía era que me llamara Gómez para hacer algo pequeño, intimista, algo similar a lo que hicimos... Y como por arte de magia José Luis me llamó a los quince días ofreciéndome estas sillas en las que sentarme", dice la actriz, quien en principio tuvo recelos sobre el proyecto, porque la versión que leyó de la obra de lonesco le pareció plúmbea, e incluso no llegaba a entenderla: "Pero cuando cayó en mis manos la versión de Joaquín Hinojosa [que la ha traducido y, adaptado], todo se hizo comprensible. ¡Son tan humanos los personajes!".

Personajes, en esta ocasión se supone que dos ancianos, al borde de un abismo que para Gómez es al que se enfrenta el ser humano ante la última gran incógnita de la vida: la muerte. "Ese enfrentamiento está presente en todas las obras de lonesco; a ello hay que unir que en su teatro hay un profundo movimiento metafísico, porque su apelación al símbolo y al arquetipo es extraordinaria", dice Gómez, quien ha programado esta obra en el teatro de la Abadía, centro escénico que dirige desde su fundación, hace dos años.

Alfaro va más allá y señala que el autor rumano afincado en Francia es ya un clásico y como tal hay que tratarle: "Intenta provocar las grandes preguntas del ser humano, y lo que está claro es que lonesco trascenderá como lo ha hecho hasta hoy, porque es un hombre que trabaja con símbolos y arquetipos, no con estereotipos", dice este joven director, cuyo prestigio le viene dado como líder del grupo valenciano Moma Teatre, uno de los colectivos escénicos más interesantes del panorama teatral.

Tanto el director como los actores y el adaptador destacan que la obra tiene algo de historia de amor con un punto de crueldad: "Pero en la que la tragicomedia, la farsa y el humor también están presentes", señala Alfaro. La programación de Las sillas, que estará en cartel dos meses, se enmarca dentro de un ciclo que el teatro de la Abadía dedica esta temporada a Ionesco.

Las sillas, teatro de la Abadía (Fernández de los Ríos 42; metro Quevedo), desde el 6 de marzo. 1.500 y 2.000 pesetas. (902) 38 33 33 .