El piloto local Kenneth Eriksson supera a Carlos Sainz en Suecia

Un especialista triunfó otra vez sobre los generalistas. El piloto de segunda fila derrotó a los jefes. Como había hecho el italiano Piero Liatti en Montecarlo, esta vez fue el local Kenneth Eriksson (Subaru), experto en conducir sobre el hielo y la nieve, quien ganó el Rally de Suecia con apenas 16 segundos de ventaja sobre Carlos Sainz (Ford). El piloto español tuvo que conformarse nuevamente con la segunda posición, aunque obtuvo como premio el liderato del Mundial. Su lucha durante la última etapa por conquistar el primer triunfo de la temporada resultó estéril.

, Como en la primera carrera del año, en Montecarlo, la segunda, en Suecia, tuvo como vencedor al menos famoso de los pilotos que pelearon por. el triunfo hasta el último kilómetro de la prueba.Como en Montecarlo, el Rally de Suecia coronó a un soldado, a un piloto secundario, frente a los generales que apuntan al título como objetivo final de la temporada. Como en Montecarlo, el número dos del equipo Subaru, elegido por sus habilidades específicas sobre el terreno del rally, fue el vencedor de la carrera sueca.

En Montecarlo ganó sorprendentemente Liatti. Ayer en Suecia, aunque no tan sorprendentemente, ganó Eriksson, precisamente el hombre que tomó la plaza de Liatti al volante del segundo de los Subaru para respaldar al líder del equipo, el escocés Colin McRae, que tuvo que conformarse al final con la cuarta posición.

Propio para especialistas

A McRae le pasó como a Sainz y como al actual campeón del mundo, el finlandés Tommi Makinen, que se clasificó tercero. Los tres favoritos fueron derrotados por Eriksson en el sprint final.

Los tres pilotos más importantes del Mundial en la actualidad sucumbieron ante las buenas artes del veterano sueco, de 40 años, que volvió a demostrar que Suecia es un terreno que sólo sonríe a la experiencia y a los especialistas. Ningún piloto que no sea nórdico ha conseguido ganar esta carrera, la única del calendario que se disputa sobre hielo y nieve.

Sin embargo, tanto Sainz como McRae, como Makinen, conservaron hasta última hora una opción al triunfo en la segunda prueba de la temporada. "Lo hemos intentado hasta el final", reconoció Sainz. "Pero otra vez nos ha faltado muy poco para lograr el éxito completo. Hemos hecho lo máximo que hemos podido con lo que tenemos".

El piloto madrileño comenzó la última etapa como líder de la carrera, pero pronto comprobó que le iba a ser difícil resistir el asalto de los hombres de Subaru. Las condiciones de los tramos de ayer perjudicaron a Sainz, pues importó más la mecánica que las manos.

En Suecia se ha vuelto a ver que, cuando el terreno está complicado y propicia la habilidad, el español no tiene nada que envidiar a sus rivales. Sin embargo, cuando manda el coche, cuando el motor es determinante, les envidia todo.

"Nos ha faltado un poco", comentó, aunque rehusó hablar de las deficiencias del motor de su Ford Escort. "Se está trabajando para mejorar, y ya está". No obstante, ayer quedó claro que Subaru y Mitsubishi llevan ventaja, y que los próximos rallies pueden ser un calvario para Sainz.

En la última jornada del Rally de Suecia, el terreno se volvió contra Sainz. La pasta de hielo y tierra causada por la lluvia, que le había ido muy bien el domingo, se convirtió en piso duro. El papel de equilibristas de los pilotos sobre la superficie resbaladiza fue reemplazado por los caballos de potencia de los motores. Además, el piloto español cometió un par de errores en la elección de neumáticos. Y así fue como su liderato al comenzar la etapa final se trocó en la segunda posición al término de la carrera.

El medio minuto que separó en la clasificación definitiva a los cuatro primeros reflejó la igualdad vivida durante todo el rally. Sainz terminó a 16 segundos; Makinen, que fue el mejor del último día, a 26, y McRae cerró el cuarteto, a 31, después de cometer un error de pilotaje que le apartó de la lucha final por el triunfo.