EL PEINADO DE TONY

¿Cuántos votos femeninos pueden depender del peinado de un candidato? La cuestión puede parecer baladí pero no lo es, al menos en el Reino Unido actual, en la que los dos partidos mayoritarios preparan las próximas elecciones. El tema ha saltado a la primera página de la actualidad después de que el miércoles el corresponsal político de The Financial Tirnes publicara un artículo señalando que Tony Blair, líder del Partido Laborista, tras oír a sus asesores de imagen, se ha cambiado el peinado aplastándose su cabellera rebelde para seducir al voto femenino, al que parece cautivar menos que a los hombres el encanto político del dirigente de la oposición. Ayer, el tema se convertía prácticamente en un asunto de Estado que merecía no sólo los honores de las portadas de la prensa seria (The Times, The Gúardian, The Independent), sino incluso un editorial de The Times con sesudos análisis de política comparada. Así, el editorial nos descubre cómo en la política francesa la calvicie es de rigueur, como lo han mostrado sucesivamente De Gaulle, Pompidou, Mitterrand, Laurent Fabius y el actual jefe del Gobierno, Alain Juppé. Fabius fue incluso elegido en una encuesta como el hombre más sexy de Francia. Mientras tanto, la noticia ha desatado las iras de los asesores de Blair, que no sólo lo han negado, sino que uno de ellos ha llegado a afirmar: "Éste es el día más negro en la brillante historia del periodismo de The Financial Times". Por su parte, Blair, en cuya cabellera empiezan a aparecer algunos claros, ha calificado la noticia de rídicula, pero ha añadido algo que puede ser la clave: "Mi problema no es cambiar de peinado, sino conservar el pelo".-