Semprún critica "el desastre cubano"

El escritor español Jorge -Semprún, en el panegírico a Vargas Llosa ayer en Francfort, mencionó él discurso que éste había pronunciado en 1967, al recibir el premio Rómulo Gallegos en Caracas, bajo el título La literatura es fuego, y dijo: "Ese era su lema y sigue siéndolo 30 años después".

Recorrió Semprún, que leyó su discurso en alemán, la trayectoria literaria y la evolución intelectual de Vargas Llosa y, a base de citas, puso de manifiesto que se trata de un proceso coherente y consecuente. Citó Semprún encendidas frases de Vargas Llosa en favor de la revolución cubana, ...

El escritor español Jorge -Semprún, en el panegírico a Vargas Llosa ayer en Francfort, mencionó él discurso que éste había pronunciado en 1967, al recibir el premio Rómulo Gallegos en Caracas, bajo el título La literatura es fuego, y dijo: "Ese era su lema y sigue siéndolo 30 años después".

Recorrió Semprún, que leyó su discurso en alemán, la trayectoria literaria y la evolución intelectual de Vargas Llosa y, a base de citas, puso de manifiesto que se trata de un proceso coherente y consecuente. Citó Semprún encendidas frases de Vargas Llosa en favor de la revolución cubana, en las que pedí a que el socialismo liberase del anacronismo y horror a América Latina. Dijo Semprún que se trataba del año 1967, cuando "todavía resplandece ante los ojos deslumbrados de los pueblos y de los intelectuales de América Latina el aura mítica de la revolución cubana. Dentro de unos años, todos los gérmenes de poder despótico, de intolerancia cultural, de arbitrariedad totalitaria que están madurando en el seno del sistema castrista estallarán brutalmente a la luz del día".

Para Semprún, "la ruptura de Vargas Llosa -radical y razonada- con la revolución castrista no es una traición, como todavía sigue insinuando, pese a la cruel evidencia del ignominioso desastre cubano, algún que otro tonto. Es, muy al contrario, un acto de fidelidad a los principios estéticos y éticos en que se funda su compromiso con la realidad histórica. Traición hubiera sido cerrar los ojos ante los hechos y mantenerse en el confortable silencio de un cortesano".

Distingue Semprún tres formas de ruptura con el pasado: la mimética, la dolorosa y la gozosa. "La ruptura de Vargas Llosa con la utopía mortífera de la revolución totalitaria" la incluye Semprún entre las gozosas. Al concluir su discurso, descendió del podio y se abrazó con Vargas Llosa.