Miguel Ángel Cortés asegura que la reforma del cine se hará de acuerdo con la industria

El secretario de Cultura garantiza que los recortes en las subvenciones serán módicos

El secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, asegura que el decreto que desarrolle la normativa sobre cinematografía se hará de acuerdo con todos los sectores de industria. Precisa que más que drásticos, recortes de subvenciones, serán módicos y declara partidario de la total liberalización el sector, insistiendo en que es arbitrario a mantener cuotas de pantalla. Califica de nefasta la cláusula de excepción cultural aplicada a las películas. Cortés insiste en que los 12 años de gobierno socialista son los responsables del hundimiento del cine español y confía en los cineastas para...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El secretario de Estado de Cultura, Miguel Ángel Cortés, asegura que el decreto que desarrolle la normativa sobre cinematografía se hará de acuerdo con todos los sectores de industria. Precisa que más que drásticos, recortes de subvenciones, serán módicos y declara partidario de la total liberalización el sector, insistiendo en que es arbitrario a mantener cuotas de pantalla. Califica de nefasta la cláusula de excepción cultural aplicada a las películas. Cortés insiste en que los 12 años de gobierno socialista son los responsables del hundimiento del cine español y confía en los cineastas para la recuperación.

Más información

Miguel Angel Cortés cree que la palabra clave para la recupera ción de la industria. cinematográfica es liberalización. "El cine español", dijo ayer a este periódico, "vive su peor ¿poca gracias a las medidas protectoras aplica das por los socialistas". Y como prueba de esta afirmación dice que, en 1982, el cine español tenía 36 millones de espectadores; mientras que en 1994 la cifra descendió a 6.800.000. "No es sólo un problema de que entonces se hicieran más películas, que se ha cían. Sino que las que se han ido realizando después han echado a los espectadores de las salas", asegura Cortés. "El sector tiene un grave problema de financiación", prosigue el secretario de Estado, "y ya dije en Santander el pasado lunes que hay que buscar fórmula complementarias porque de los presupuestos generales del Estado no se puede sacar más dinero". Una de esas fórmulas, que Cortés insiste en que tendrá que ser aprobada por el sector, podría ser una tasa sobre el predio de las entradas al cine. Ese dinero pasaría a un fondo destinado, a la industria, de forma que el cine español se beneficiaría también de lo recaudado por la industria norteamericana.

Cortés se opone frontalmente a toda medida protectora sobre el ciñe. El ejemplo francés, con un gobierno conservador al frente, no le sirve. "Las licencias de doblaje [dos de filmes norteamericanos por cada película comunitaria que se proyecte] son nefastas. Han hecho un daño irreparable. Soy partidario de, su supresión inmediata y, si fuera posible, retroactiva. Ahora no es posible porque están en la ley .y la ley hay que respetarla. Pero si la distribución de las películas españolas es débil se debe a esto".

Cortés rechaza la subvención por proyectos (nuevos realizadores, proyectos especiales) porque, según él, interviene la subjetividad de quien los concede, y se muestra partidario de la subvención automática sobre el rendimiento de taquilla. Y no considera que esta filosofía traiga consigo que la industria se vuelque en un cine absolutamente comercial: "La gente quiere ver cine español e insisto en que tengo una gran confianza en nuestros cineastas".

No cree tampoco Cortés que la liberalización suponga el que las multinacionales impongan su programación en las salas e ignoren al cine comunitario, dado que un alto porcentaje de las salas son propiedad de esas empresas: "Programarán lo que quieren ver los espectadores, y si las películas españolas son interesantes, el público irá a verlas".

El secretario de Estado se muestra contrario a la excepción cultural que defiende el cine europeo. "La excepción cultural no interesa a España. Lo que hay que hacer es buscar entre todos recursos económicos. Por eso digo que la reforma de la ley será producto de un pacto entre todos los que integran este sector y con los que la ministra se reunió al poco de tomar posesión".

Desconoce Cortés si Televisión Española, coproductora de una gran parte de las películas que últimamente se han filmado en España, va a suspender esa colaboración, tal como temen los productores españoles. "Desconozco cuáles son los planes de Mónica Ridruejo en esta materia. No tengo información sobre esa posible suspensión. El viernes tenemos pendiente una entrevista y hablaremos de este asunto".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En