La sombra de Roig, en apuros

"Es una persona encantadora: educado y amable, pero su gestión deportiva ha sido nefasta". Juan Vicente Jurado, consejero y ex vicepresidente del Valencia, se muestra tajante con el secretario técnico de la entidad, Jesús Martínez, ex jugador del club. Según Jurado, resulta difícil averiguar los aciertos de la secretaría técnica en las dos últimas pretemporadas, desde que accedió a ella Martínez, en marzo de 1994. El consejero opina que la improvisación y el dispendio fácil han presidido la contratación de hasta 16 jugadores en esta fase, la mayoría de los cuales han rendido por debajo de lo esperado. Martínez, sin embargo, califica su labor de "sensacional" y justifica todas las operaciones realizadas: "Salenko ha sido la mejor operación financiera de la historia del Valencia [fue comprado al Logroñés Por 250 millones y vendido al Glasgow por 350]; Maqueda vino cojo, pero se le pagó muy poco [20 millones]; Juan Carlos no hizo muy buena temporada, y por eso lo hemos cedido; y Otero es internacional, ¿acaso también se equivoca Clemente ... ?".

Máquinas tragaperras

Recién aterrizado de Argentina, Martínez, de 47 años, se halló con el bombón que le sirvió su cuñado, Francisco Roig: la dirección técnica del club, con el tercer presupuesto de la Liga. Un salto cualitativo: Martínez trabajaba en Argentina en la distribución de máquinas tragaperras, y lo hacía junto a Jaime Molina, consejero del Valencia e íntimo amigo de Roig. Como técnico no se le conoce actividad alguna.Su doble contrato por cinco años con el Valencia fue preparado por José Rico, conocido abogado en los mentideros futbolísticos: el contrato oficial en España (seis millones de pesetas anuales), y otro, a través de una sociedad argentina, por el que percibiría 26 millones anuales del Valencia a cambio de sus informes futbolísticos. Este último, con la intención de eludir impuestos. Una cláusula en el contrato señalaba que el club debería indemnizarlo con 32 millones si decidía despedirlo. Meses más tarde, el propio Rico fue requerido por el club para que modificara formalmente el contrato.

Quizá el primer error de Martínez fue un exceso de confianza en sus conocimientos. "Este es nuestro estilo (4-2-2-2). Si un entrenador no está de acuerdo, no nos interesa", declaró en junio de 1994. El actual entrenador, Luis Aragonés, parte de un dibujo totalmente distinto (3-2-1-2-2). Pero antes Carlos Parreria atribuyó el escaso rendimiento del equipo a que alguien (Martínez) se lo había preparado.

De los 10 jugadores fichados a principios de la pasada campaña (con 1.400 millones de pesetas de desembolso), sólo dos pueden considerarse hoy titulares: Zubizarreta y Mazinho (curiosamente, el primero fue una apuesta de Roig y el segundo una exigencia de Parreria). Cuatro ya no están en el Valencia (Juan Carlos, Maqueda, Clotet y Salenko), y los otros apenas convencen a Aragonés (Otero, Poyatos, Engonga y Romero). Este año, Aragonés ha fichado a Eskurza y Ferreira, descontento con las incorporaciones de Martínez: Iñaki, Sietes, José Ignacio y Viola.